Garganta Profunda
Por: Arturo Luna / @ALunaSilva

Si alguien ve en la agenda legislativa que impulsa el gobernador, como es su facultad, la simple intención de rechazar temas controvertidos, como el aborto y las bodas gay, podría equivocarse. Si bien Miguel Barbosa en las iniciativas que recién envió al Congreso local no complace a los grupos radicales, tampoco elude esos asuntos del todo. Hay que ver más allá. Si el mandatario estatal ha sido cuidadoso, tanto como el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo es por una simple razón: ninguno de los dos considera que es momento de radicalizar a la opinión pública, a las sociedades mexicana y poblana. Las prioridades legislativas barbosistas son consecuentes con las lopezobradoristas. Y además ninguno de los dos va a tirarle línea a sus bancadas.

A pesar de que en Oaxaca, con el impulso de la mayoría legislativa que encabeza el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), se aprobó la semana pasada la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación, el tabasqueño no se ha metido, ni se ha dejado meter, en la discusión.

“En temas polémicos no me voy a meter”, fue su respuesta sobre la reforma oaxaqueña, al otro día de que se aprobó, cuando se lo preguntaron en la mañanera del pasado 27 de septiembre.

Hay quienes quisieran verle una posición más contundente.

Hasta radical de quien es también líder político y moral de Morena.

En realidad su cautela sobre el particular no es nueva.

Desde marzo de este año, ya lo dijo el Presidente con todas sus letras:

Aborto, drogas y bodas entre personas del mismo sexo no son prioritarias en la agenda pública y tampoco en la parlamentaria.

(Incluso, la regulación de las drogas hasta ha sugerido que debe ser materia de una consulta popular).

Desde aquellos días, incluso el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, lo respaldó al llamar a sus legisladores y a la opinión pública a “no polemizar”, sobre la interrupción del embarazo, en particular.

Algo similar ocurre aquí en Puebla.

La agenda legislativa de Miguel Barbosa Huerta se mantiene prudente respecto de estos temas.

Sobre matrimonio, su planteamiento de reforma al artículo 294 del Código Civil quita que se trata de un contrato “para perpetuar la especie”, pero mantiene que debe ser entre hombre y mujer.

Sobre el aborto, elimina agravantes que estaban contempladas en el Código Penal, pero sigue la sanción de seis meses a un año de prisión.

Hay quienes le han reprochado esta agenda descafeinada, pero en realidad está en sincronía con Palacio Nacional.

Luego de que envió estas y otras iniciativas, el secretario de Gobernación estatal y diputado federal con licencia, Fernando Manzanilla Prieto, salió a hacer la aclaración:

“Le tocará a los legisladores (locales) hacerlo. Ellos decidirán si quieren entrar en esa discusión (de los temas controvertidos). El gobierno no pretende polarizar a la sociedad, por eso el gobernador en las iniciativas se ajustó a lo que había”.

Hay que mirar más allá de los volcanes, como decía el clásico, para entender la película completa.

Lo que sí se debe reconocer es que, a nivel nacional, Morena va por momentos con una agenda legislativa, en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, distinta de la del Presidente.

Al menos en temas como el aborto, las drogas y las bodas entre personas del mismo sexo.

Sin embargo, en el estado, difícilmente la bancada que encabeza Gabriel Biestro Medinilla, llevará la contra a Barbosa.

Aquí sí habrá sincronía.

Así como la hay en la relación AMLO-MB.

Los dos estarán nuevamente juntos.

El primero de visita, el segundo de anfitrión.

El viernes 4 de octubre, previo a dos días de gira, la conferencia mañanera del Presidente será en las instalaciones de la XXV Zona Militar.

En donde también se realizará la reunión de seguridad.

La relación de terciopelo y la sincronía son evidentes.

Como la que hay en las agendas legislativas del Presidente y el gobernador.

Es más una estrategia consecuente.

Y no una posición incongruente.