Plumas Ibero
Por: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Hace unas semanas se aprobaron las tres leyes secundarias en materia educativa, y esta aprobación ha desatado todo un debate sobre si estamos dignificando a los docentes en servicio o si, más bien estamos deteriorando la calidad de la educación que se ofrece en las escuelas públicas a niños y adolescente. El tema del debate es la llevada y traída asignación de plazas, pues en la reforma de 2013 los profesores sólo podían ingresar al servicio profesional docente si aprobaban la evaluación de ingreso; en cambio ahora habrá asignación de plaza a todos aquellos que egresen de las escuelas normales, particularmente de aquellos egresados que han estudiado en una escuela normal de sostenimiento público.
Este debate también está relacionado con la injerencia que tendrá el sindicato magisterial en esta asignación de plazas, pues existe el temor de que vuelvan las viejas prácticas de compra y venta de plazas magisteriales al mejor postor, pero no al candidato con las mejores cualidades para enfrentar la tarea docente, afectando a generaciones completas. Por otro lado, los detractores aseguran que las escuelas Normales se verán rebasadas, con solicitudes de aspirantes que pretenden ingresar para asegurar un empleo en el futuro, que a lo mejor no está muy bien remunerado, pero que no falla.
Y es aquí donde quiero contarles a los apreciables lectores que en la Ibero Puebla estamos llevando a cabo una investigación sobre el perfil de los aspirantes que buscan ingresar a las escuelas normales a la licenciatura en Educación Primaria y aplicamos un instrumento en las once escuelas normales públicas de nuestra entidad federativa, para saber el perfil de los aspirantes, pero también los motivos que han tenido para ingresar a formarse como profesores y posteriormente para ser profesores en servicio.
El primer análisis nos dejó ver que en un grupo están los jóvenes que tienen vocación y que su primera opción para su formación profesional es la escuela normal y buscan ser profesores de educación primaria. De estos son más o menos 20%, después están los que no era su primera opción, pero sí la segunda y dado que no tienen las condiciones económicas para asistir a una institución de educación superior (IES) para recibir la formación profesional que era su primera opción, pues eso implica cambiar de lugar de residencia y conseguir los recursos para su manutención, se quedan con la opción que les es más adecuada para sus necesidades económicas. Estos son más o menos 30% de los aspirantes. Desde mi punto de vista estos dos grupos son los ideales para ser profesores, porque tienen el interés y la motivación para desarrollar este trabajo.
En tercer lugar están los aspirantes que no sabían qué estudiar al terminar el bachillerato y un familiar o conocido los ha animado a explorar la escuela normal, porque es fácil, porque siempre tendrá empleo, porque no es cara y sobre todo porque no tiene que desplazarse y los jóvenes escucharon esta opción como una posibilidad para ellos. En este grupo, también entran los que ingresaron a una IES, pero no lograron los estándares de la institución y tuvieron que abandonarla. En ambos casos la normal no era su opción, pero están explorando a ver si se pueden acomodar. Estos son otro 30%. Dado que no saben lo que buscan, varios de estos jóvenes pueden ser buenos profesores, pero varios, tal vez, no lo sean. Habría que valorar si es conveniente que se queden en la formación para docentes.
Finalmente, están los que no querían ingresar a la normal, pero su papá o mamá les están “obligando” a ingresar para no quedarse sin hacer nada, o porque los padres les ven cualidades o porque los padres (o uno de ellos) es profesor y piensa que podrá heredarle la plaza, o simplemente porque no quieren que el hijo o hija se queden sin hacer nada. Varios de los jóvenes de este grupo dicen que explorarán la experiencia y valorarán si se quedan o no. De estos son 20%, más menos.
En todas las escuelas, menos en el BINE, aprobaron el examen de admisión un poco más de 35%, después del curso propedéutico y el resto pasó a una segunda vuelta en donde otro 30% logró aprobar el examen. El resto se quedó fuera.
Lo que ya no les puedo contar, porque aún no hacemos ese análisis, se refiere a cuáles son las características de los que se quedaron. Pero en verdad espero, por el bien de los niños, niñas y jóvenes de nuestro país, que se hayan quedado aquellos que en verdad quieren y tienen cualidades para ser profesores de educación básica. Y lo que me pregunto es cómo será el próximo proceso de selección para el ingreso a las escuelas Normales públicas.
