Por: Jaime Carrera
Foto: Archivo EsImagen

El gobernador Miguel Barbosa Huerta descartó que el recorte de –al menos– el 15 por ciento del personal de las secretarías estatales por “principios de “austeridad republicana” se vaya a realizar por etapas, al afirmar que es un proceso gradual que comenzará el primero de enero de 2020 con base en el análisis de la nómina que llevan a cabo los titulares de las dependencias y a partir del que, se pretende detectar “paracaidistas” en la plantilla laboral. 

“Será con respeto absoluto a los derechos laborales, no como ocurrió en otros gobiernos. La recesión de alguna relación laboral es con el pago correspondiente, igualmente el gobierno en la relación patrón-trabajador tiene el derecho de establecer diseños de funcionamiento de las secretarías”, expresó. 

Agregó que, “no es sano que existan tantos integrantes en el Gobierno del Estado“, pues a la fecha la nómina del Ejecutivo local comprende 85 mil trabajadores, dentro de los cuales –aseguró– hay “aviadores”.

“Paracaidistas, había gente en exceso y la sigue habiendo en todas las secretarías, saben con cuánto funciono yo, no más de 10 personas, porque yo tengo esa convicción pero hay miles, cientos (de ‘aviadores’)”, acusó.

El mandatario estatal dijo –por poner ejemplos– que hasta el “más pequeño” OPD (Organismo Público Descentralizado) “es cinco veces más grande en personal que el de la oficina del Gobernador”, de ahí el por qué de realizar un ajuste “con respeto a los derechos laborales” y en el caso de Puebla Comunicaciones se detectó que había alrededor de 250 “aviadores” de los cuales hasta un 50 por ciento estaban asignados a otras instancias del Ejecutivo local.

Sobre la circular que emitió la secretaría de Administración a todas las dependencias estatales sobre el recorte de personal, Barbosa Huerta rechazó que el 15 por ciento estipulado puede o no alcanzarse, dado que dependerá de los resultados del análisis antes mencionado. 

“Es un proceso de organización, no podemos dedicarle todo el presupuesto del estado a la burocracia, es un proceso con estricto apego al respeto a los derechos laborales, aquí seremos respetuosos y cumpliremos además  con todos los laudos que estamos pagando, a ver por qué no destacan”, aclaró.

Lo anterior, tras precisar que la actual administración estatal afronta cientos de laudos –resoluciones que dicta un árbitro y que sirve para dirimir un conflicto entre dos o más partes–, dado que –arguyó– la única estrategia legal que pasados gobiernos tuvieron “fue retardar el pago a empleados despedidos y dejárselo al que sigue”, es decir el gobierno que actualmente él encabeza.