La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía
La medida tomada por el gobernador Miguel Barbosa Huerta en el sentido de dar de baja a Mario Marín Torres como notario 53 de Puebla marca un antes y un después.
Antes, nadie tocaba a los notarios.
Ahora, son tocados —todos— sin excepción.
Antes se vendían notarías como Gansitos (Marinela).
Hoy eso será más que improbable.
¿Qué está cambiando?
Lo que el gobernador ha dicho desde hace meses: el régimen.
(Digamos que está cambiando con acciones como ésta).
Desmontar un régimen para instalar uno nuevo no es cosa de todos los sexenios.
Estamos acostumbrados a una “normalidad democrática” que impide que haya cambios reales.
El presidente López Obrador lo está haciendo con las naturales reacciones de por medio.
(Algunas sensatas; otras, hilarantes o delirantes).
En Puebla, el gobernador Barbosa está metido en esa tarea.
Y vaya que provoca terremotos.
(Afuera de Casa Aguayo debería haber un letrero que dijera: “Disculpe las molestias que le ocasiona este cambio de régimen”).
El jueves 11 de abril pasado, una magistrada con sede en Cancún abrió la cloaca que generó tres bellísimas órdenes de aprehensión.
Una de ellas era contra el ex gobernador de Puebla.
La noche de ese día difícil, hizo sus maletas y se fue a buscar un amparo a la Ciudad de México.
Al día siguiente, envió un oficio a la Dirección de Archivos y Notarías para solicitar un permiso de 30 días por “razones de salud”.
En esa misiva anunciaba el nombre de su suplente: Vicente Gil, quien en realidad ha sido el verdadero notario 53 desde que Melquiades Morales le regaló la patente en 2002.
(Marín en realidad iba de paso a su Notaría. Y cuando lo hacía era para echarse algunos drinks con sus amigos. Gil era quien despachaba ahí y hacía los trámites de rigor. Ah, y también preparaba los drinks que Marín se tomaba).
Hace unos días, el articulista Mario Maldonado, de El Universal, reveló que el 22 de mayo —prófugo, como la primera vez que se comunicó a Archivos y Notarías—, Marín envió un segundo oficio para anunciar que “por atender asuntos personales” continuaría ausentándose 90 días más.
Curiosamente, el permiso fue autorizado.
Y escribo “curiosamente” porque en esta segunda ocasión todo mundo sabía que el ex gobernador estaba huyendo de la justicia bajo la que se ampara para pergeñar toda clase de documentos en la 53.
¿O el funcionario que autorizó su permiso ignoraba que el abajofirmante estaba prófugo?
Y aquí matan las dudas:
¿Puede un perseguido por la ley seguir dando fe pública aunque sea a través de un suplente?
Y es que aunque Vicente Gil sea el que trabaje, el notario 53 sigue siendo Mario Marín.
Es decir: el prófugo sigue dando fe pública pese a que la Justicia va tras él.
Y aunque sea a través de interpósita persona, ahí aparece su nombre.
Dice el propio Mario Maldonado que una Notaría como la de Marín deja unos 25 millones de pesos al año.
Nada mal para quien en algún lugar del mundo lee esta columna investido de hipócrita lector.
Nota Bene
Al cierre de esta columna, el periodista Arturo Luna Silva reveló que los tres imputados -Mario Marín, Adolfo Karam y Kamel Nacif- ganaron un amparo contra la orden de aprehensión que existe en su contra.
La periodista Lydia Cacho Ribeiro no tardó en salir al paso y aclarar la situación: las órdenes de aprehensión siguen vigentes.
Pero, la magistrada responsable de la causa deberá adecuar el delito de tortura que se les imputa a lo que establece la ley de Quintana Roo.
La suerte de Mario Marín y compañía fue adelantada por este columnista desde el pasado 8 de septiembre.
Ahí hablé de que los tres imputados habían recurrido a un solo despacho jurídico para que los representara.
Cabe una aclaración: la resolución no se dio el 18 de septiembre de este año como se esperaba, pero de que la incertidumbre se había apoderado del ex gobernador no hay duda.
A continuación la columna de marras:
“El miércoles 18 de septiembre será un día clave en la vida del ex gobernador Mario Marín Torres.
“Tres magistrados de circuito definirán su destino inmediato.
“Y sólo hay dos sopas: o es desechado el amparo que sus abogados interpusieron para enfrentar el proceso que se le sigue en libertad, o es aceptado.
“La segunda opción le daría a Marín la oportunidad de reaparecer públicamente y, en consecuencia, salir del refugio en el que se halla escondido desde que el 11 de abril el Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Circuito con sede en Cancún, Quintana Roo, liberó la orden de aprehensión en su contra por el delito de tortura cometido en diciembre de 2005 en agravio de la periodista Lydia Cacho.
“Mucha agua ha corrido debajo del puente del marinismo desde entonces.
“Toda clase de versiones —hasta las más delirantes— han circulado en las aguas puercas del periodismo.
“Sólo algo es cierto: Mario Marín es prófugo de la justicia.
“Cosa curiosa: uno de los abogados a los que recurrió en un primer momento para que le llevara su caso fue procurador general de la República.
“Su nombre: Raúl Cervantes.
“Él fue quien lo recomendó con otro abogado: José Luis Nassar.
“En un primer momento, éste fue quien presentó el primer amparo, pero luego abandonó el caso.
“Hoy, los tres imputados —Kamel Nacif, Adolfo Karam y el propio Marín— por fin se pusieron de acuerdo en que un solo despacho de abogados lleve su caso.
“Y en ésas andan.
“De ahí que el 18 de septiembre sea una fecha clave en el calendario marinista, aunque, de resultar positiva la solicitud de amparo, la parte acusatoria podría —faltaba más— inconformarse.
“Marín quiere enfrentar el proceso en libertad.
“Eso le permitiría caminar de nuevo por las calles de Puebla.
“Eso sí: se abstendría —¿para siempre?— de participar en política.
“Mientras tanto, ay, todo queda en la resolución del 18 de septiembre: ducentésimo sexagésimo primer día del año en el calendario Gregoriano y primer día del año —si los astros se le alínean— en el calendario Marinista.
“Algo hay que decir:
“En junio pasado, la juez Rosa María Cervantes, titular del Juzgado Decimosegundo de Distrito en Materia de Amparo Penal de la Ciudad de México, dejó sin efecto la suspensión provisional que se le había concedido al exgobernador, por lo que ya no hubo obstáculo legal que impidiera que la Fiscalía General de la República lo aprehendiera.
“(Cosa que no ha sucedido. Incluso Lydia Cacho asegura que FGR conoce la ubicación de Marín y no hace nada por detenerlo).
“Dicha decisión de la juez fue tomada luego de que Marín no ratificara la demanda de amparo ni los actuarios pudieran localizarlo para notificarle una suspensión de plano y de oficio.
“Tic tac, tic tac…
“Las Fiestas Patrias están por llegar, y el 18 de septiembre también”.
Es cuanto.