Por: Redacción
La Universidad de las Américas Puebla es sede del XI Congreso Mesoamericano de Abejas Nativas, un acontecimiento que congrega a investigadores, meliponicultores, educadores, sociólogos y gente interesada en la conservación de estos insectos primordiales para la conservación no solo de las plantas y flores, sino de la humanidad entera, que hoy atraviesa por contrariedades graves.
Bajo el tema de Paisajes bioculturales, el evento ha reunido a diversos sectores relacionados con las abejas nativas de la región mesoamericana, que va desde México hasta Panamá. Todos preocupados por esta especie animal, debido a que es fundamental para la producción de alimentos para los seres humanos; por ello el tema central es la inclusión de las abejas nativas dentro de entornos más amplios que incluyen aspectos culturales, sociales y biológicos, de ahí el nombre del tópico.
“Las abejas son las principales polinizadoras de las plantas que consumimos los humanos, dicho en pocas palabras, si no hay abejas no hay humanos’”, manifestó el Dr. Carlos Vergara Briceño, catedrático de Ciencias Químico-Biológicas de la UDLAP.
Además, comentó que la intención del congreso no sólo es presentar resultados científicos, investigaciones y trabajos, sino comunicarse con instancias que toman decisiones políticas que afectan a la conservación de las abejas, “para que estas nos digan qué es lo que proponen hacer para evitar una crisis como la que muchos creemos que se avecina”, agregó.
Otros enfoques que tiene el evento es discutir el tema de la organización de productores para asegurar su correcto control de calidad, la conservación y educación. Asimismo, conocer el uso de los productos que se pueden generar con el trabajo de las abejas, pues México es un país con una tradición de por lo menos 500 años.
El XI Congreso Mesoamericano de Abejas Nativas culminará este 29 de noviembre con una conferencia magistral y un foro interinstitucional para discutir diversos temas sobre plaguicidas, políticas, recomendaciones y compromisos bajo la idea de conservar recursos para garantizar la vida plena a las siguientes generaciones, que además sean procesos que se sostengan con el tiempo y sigan siendo productivos.