PANORAMA. El morenista ve complicado que se pueda integrar un padrón confiable en dos meses, como lo ordenó el TEPJF, para reiniciar el proceso de renovación de la dirigencia nacional. 

Por: Mario Galeana

Foto: Daniel Casas

Alejandro Rojas Díaz Durán, aspirante a la dirigencia nacional de Morena, considera que el partido no logrará integrar un padrón confiable en dos meses, plazo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) otorgó para reiniciar el proceso de renovación de la presidencia del instituto político.

En entrevista con 24 Horas Puebla, el suplente del senador Ricardo Monreal Ávila propone que la definición de la dirigencia nacional se lleve a cabo a través de la aplicación de tres encuestas realizadas por la UNAM, el INE y una empresa particular.

Y, finalmente, solicita a Yeidckol Polevnsky Gurwitz y a Bertha Luján Uranga renunciar a sus presidencias del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y al Consejo Nacional de Morena, respectivamente. 

—¿En qué punto se encuentra el proceso de renovación de la dirigencia de Morena?

—Con la impugnación que ganamos, el Tribunal obligó a Morena a que en 90 días afilie a todos los morenistas del país —somos como 10 millones— y a credencializarlos, cosa que no ha hecho y ya pasaron 30 días. Va a ser imposible que cumplan, porque si en dos años no hicieron un padrón concreto ni confiable, pues en 90 días tampoco lo harán. Menos cuando fue a devolver 75% de prerrogativas, sin haber presupuestado precisamente lo que mandata el Tribunal. Credencializarlos a todos tiene un costo logístico, un costo humano y organizativo y técnico. Yo digo que afiliar y credencializar a 10 millones nos tomaría un año.

—¿Cómo subsanar este procedimiento?

—El único camino que nos queda es elegir a las dirigencias de Morena, a todas, por fórmulas. En los primeros tres meses del año, porque ya no hay tiempo que perder. En las elecciones de 2021 se jugarán cuatro mil 500 cargos, 13 gubernaturas, se renuevan la Cámara de Diputados, y tenemos que seleccionar a los mejores candidatos. Yo estoy proponiendo que 50% de las candidaturas se otorgue a jóvenes menores de 35 años, además de que se aplique el criterio de equidad de género.

Yo propongo que con tres encuestas —una aplicada por el INE, otra organizada por la UNAM y una tercera por una empresa internacional— le pregunten a la gente dos cosas sencillas: a quién apoyan a la dirigencia y si apoyan al presidente López Obrador, porque si lo hacen significa que tendrán un criterio objetivo. Y obviamente que también haya debates, para que la gente sepa quiénes somos, qué proponemos y qué trayectoria tenemos. A partir de los resultados que arroje la encuesta, que así se integren los comités. Por ejemplo, si saco 50% o 40% y Yeidckol (Polevnsky) 20% o 10%, que esa proporcionalidad se utilice para integrar los comités entre las fórmulas. Así tendríamos comités ejecutivos plurales, incluyentes y democráticas.

—Para esto se tendrían que reformar los estatutos…

—Sí, se tienen que reformar porque ya los estatutos de Morena se redactaron para llevar a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador. Pero ya llegamos. Ahora hay que cambiarlos, porque se requieren estatutos para un partido en el poder, que además tiene la obligación de trascender. Y para eso se requiere tener un plan de acción y un Morena con una visión de futuro. Tenemos la obligación de ser el primer partido del siglo XXI, y no el último del viejo régimen.

—¿Cómo llevar a buen puerto estas reformas si no se aplicaron incluso cuando lo solicitó el propio Presidente?

—Bertha Luján y la gente que ella trae —que es un pequeño grupo de no más de 150 personas— no lo comprendió. Ellos tienen el control de decisiones fundamentales como esta. Les vamos a ganar, porque las decisiones que toman no corresponden con la realidad ni el deseo de la gente. Están dando patadas de ahogado.

—¿Qué opinión tiene sobre el pleito entre Polevnsky y Luján?

—No sólo ha sido un proceso desaseado, sino que han antepuesto su proyecto personal y lo han colocado por encima del proyecto de nación. Están dando un espectáculo bochornoso, porque por esos pleitos que ellas traen, por pisotear la institucionalidad en Morena, hemos perdido casi 20 puntos. Eso significa 10 millones de votos. Este año Morena perdió tres millones de votos.

—¿Y esto se lo atribuye sólo a este rifirrafe y no al desgaste del poder?

—No, porque el gobierno del Presidente apenas empieza y el Presidente tiene la popularidad muy alta. La gente sigue confiando en Andrés Manuel López Obrador. En lo que no confía es en esa disputa personal. Por eso digo que ya renuncien, que dejen el cargo ya y que se vayan de embajadoras ¿no? Bolivia o Argentina están disponibles. Se están trenzando por un escritorio y no están viendo el horizonte.

—¿Cuál ha sido el gran error de Morena desde 2018?

—No acompañar al Presidente de México. Estamos en la retaguardia, nos sigue cargando todos los días el Presidente. Morena debe estar en la vanguardia, abriéndole brecha al Presidente de la república, construyendo caminos y avanzando. Morena debe ser la conciencia crítica, propositiva; tiene que ser gestor social, un interlocutor eficiente. Tiene que ser contralor social y ciudadano de las políticas públicas y programas de gobierno, y de los gobiernos estatales y municipales. Eso debe ser Morena: salirse de los escritorios y acompañar las causas de la gente