Por: Mario Galeana
Foto: Archivo Agencia Es Imagen
Puebla es la primera entidad del país con mayor consumo de alcohol entre personas de 10 a 19 años, de acuerdo con Inegi.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018, el 30.8% de la población en este rango de edad ha consumido alcohol al menos una vez.
En todo el país, la media nacional de consumo de alcohol entre niños y adolescentes es del 21.7%, según el sondeo realizado en el país durante el 30 de julio de 2018 y el 28 de junio de 2019.
Después de Puebla, las cuatro entidades del país con el consumo de alcohol más alto son Colima (30.3%), Ciudad de México (29.5%), San Luis Potosí (29.3%) y Jalisco (29.1%).
En cambio, los estados con menor prevalencia de este problema de salud pública son Chiapas (8.8%), Campeche (11.8%), Tabasco (12.6%), Quintana Roo (12.8%) y Baja California (14.6%).
Los resultados de la Ensanut 2018 revelan que en Puebla el consumo de alcohol en niños, jóvenes y adolescentes ha tenido un aumento subrepticio.
En 2012, el Inegi realizó un sondeo similar en el que Puebla se ubicaba como la entidad número 16 con la prevalencia de este problema. En la Ensanut 2012, el consumo en la entidad se calculaba en un 42%, pero la media nacional era de 42.9%.
La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes 2014 ya reflejaba cierto incremento en el consumo de alcohol entre jóvenes.
Según los resultados, el 55.5% de la población estudiantil había consumido alcohol por lo menos una vez en su vida, en tanto que el 14.3% reconoció un “consumo excesivo” de esta droga.
“Por nivel educativo, 9.3% de los alumnos de secundaria tiene un consumo problemático y se incrementa en los de bachillerato (22.7%). Estos porcentajes de consumo en el estado se encuentran dentro de la prevalencia nacional”, indica el estudio realizado por la Secretaría de Salud del gobierno federal.
Desde ese año, las autoridades federales recomendaban “establecer medidas preventivas desde edades tempranas, ya que el consumo de estas sustancias puede presentar un escalamiento que con el tiempo resulta perjudicial para la salud de los estudiantes, además de tener repercusiones en su ámbito social”.