México no cuenta con materia prima ni maquinaria para este producto, que no tiene precio accesible

Por: 24 Horas El Diario Sin Límites

Foto: Pexels

México aún no está listo para una transición hacia el uso de popotes biodegradables, ya que no cuenta con la materia prima, ni la maquinaria adecuada para generar los insumos básicos para la producción de este tipo de popotes, de acuerdo con un estudio realizado por estudiantes de la Universidad Iberoamericana.

Además, resalta el documento, no todas las personas tienen una cultura de cuidar el medio ambiente, en especial las generaciones mayores. Por lo cual, esto genera que se eleve el costo final de los productos y no exista una competencia frente a las otras industrias.

Se estima que la pérdida de utilidad en la industria popotera ha disminuido un 15%, por lo que las empresas solo están facturando 800 mil dólares, en comparación a los 950 mil dólares facturados anteriormente.

Además, menciona que la nueva diversificación de productos como popotes de semilla de aguacate, bambú, entre otros, tienen precios más elevados que los popotes de plástico normal, los cuales suelen ir desde los 15 hasta 75 pesos por unidad.

A su vez, señalan que las empresas dedicadas a la manufactura de popotes necesitan un gran apoyo gubernamental, tanto económico como político, para que los fabricantes de popotes de plástico puedan seguir en la industria.

No obstante, esta ayuda es difícil que se otorgue en México porque “no es un país que está buscando desesperadamente dejar de contaminar y prohibir el uso de popotes”.

“Necesitan ayuda por parte del Gobierno, a través de programas de recolecciòn y acopio de popotes, al igual que de apoyo tecnológico para plantas recicladoras o por parte del Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PGIRS) para beneficiar esta nueva industria a la par de incentivos y licitaciones que vayan dirigidos a lo verde”, destaca la Universidad.

En paralelo, expone que será complicado que en cinco años se cambie la industria, debido a que no hay plantas de compostaje y los popotes no son 100% biodegradables, puesto que del 70 al 90% de su composición tiene componentes plásticos.

Según datos de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) en México 60% del plástico que se consume proviene del consumo, en donde a la producción de popotes de plástico en México se suma un sector informal.

De acuerdo con los resultados del estudio Residuos de plástico, generación y oportunidades de manejo: Popotes de plástico en México, por cada popote del sector formal en el mercado, aproximadamente 1.6 popotes provienen del sector informal.

De esta manera, al menos el 39% de la producción en masa de popotes en México estaría conformada por el sector formal y, cerca de un 69% del sector informal.

Además, con base en el Censo Económico 2014 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente tres mil 352 toneladas de popotes fueron producidas por los establecimientos manufactureros grandes del sector paraestatal y privado. Usando como datos de referencia los parámetros de dicho estudio, el valor estimado para la producción formal de popotes en 2016 fue de 265.8 millones de pesos y su aportación al Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó el 0.002%.

En tanto que también representó cerca del 0.015% del PIB manufacturero; 0.485% del PIB de la industria del plástico y del hule, al igual que 0.574% del PIB de la fabricación de productos de plástico. La industria popotera, de acuerdo con la ANIQ, invierte alrededor de 30 millones de pesos al año y genera aproximadamente 80 nuevos empleos, en tanto que, según la la Comisión de la Industria del Plástico, Responsabilidad y Desarrollo Sustentable (CIPRES), 800 familias dependen de estos negocios.

En mayo de este año, el gobierno capitalino aprobó una reforma que prohíbe el uso de plásticos desechables e impide la comercialización y entrega de bolsas de plástico, cucharas, mezcladores, platos, popotes, globos, entre otros artículos que su fabricación sea total o parcialmente de plástico.

La medida entrará en vigor en 2021, a excepción de las bolsas de plástico, que lo harán en enero de 2020. No obstante, estados como Quintana Roo, Querétaro, Sonora, Veracruz, Tabasco, Ciudad de México, entre otras entidades del país, prohibieron el uso de diferentes plásticos de un solo uso desde inicios de 2019.