Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

A un año de haber arrancado la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la inconformidad en contra de su administración crece. Aunque mantiene niveles aceptables de popularidad.

El mandatario federal recurrió a la vieja práctica priista del acarreo para atiborrar la plancha del Zócalo capitalino de la Ciudad de México para aparentar que no pasa nada y que sigue gozando de la popularidad que lo llevó a ganar las elecciones el año pasado, pero no es así.

En muchas ciudades del país, incluida Puebla, se llevaron a cabo diversas marchas en contra del Presidente y su forma de gobernar, las cuales si bien aún son minoritarias, sí son una muestra de cómo crece el descontento en contra del personaje más controvertido de la historia contemporánea de México.

Los niveles de popularidad del Presidente rondan entre 60% y 58%, lo cual se puede considerar muy alto, pero también se debe de tomar en cuenta que arrancó su administración con 80% de aprobación.

Es decir, el Presidente ha perdido casi 18 puntos de popularidad en tan sólo un año y su tendencia es a decrecer y no ha podido resolver dos problemas fundamentales que han incidido en la baja de su popularidad, la inseguridad y la economía.

El bono democrático o la llamada luna de miel se le está acabando de una manera muy rápida, basta con señalar que así como se encuentra ahora, está también el ex presidente Vicente Fox, quien al igual que el actual mandatario, terminó dilapidando su enorme popularidad.

Y es que no necesariamente popularidad se traduce en buen gobierno.