Temporada. Marino, que desde hace 23 años elabora estos artículos, detalló que desde octubre comienzan la elaboración, pues en noviembre comienzan a solicitarlas
Por: Nancy Camacho
Con la Navidad también llegaron las piñatas para las posadas y las fiestas decembrinas. Estos productos tradicionales visten de color los mercados de Puebla, donde se pueden encontrar con precios de hasta 800 pesos.
Marino Pérez lleva más de 23 años elaborando piñatas tradicionales para la temporada navideña. En entrevista para 24 Horas Puebla el artesano sostuvo que normalmente las ventas inician a mediados de noviembre, por lo que el proceso de elaboración debe comenzar desde octubre.
Su pasión por el oficio lo ha motivado a lo largo de estos años, por lo que la realización de las piñatas la resume como “dedicación, tradición, y amor”. Marino Pérez mencionó que el proceso para decorar una piñata tarda entre 30 minutos y una hora.
Marino Pérez comentó que la piñata tradicional es “la estrella de siete picos”, que simboliza los siete pecados capitales: pereza, envidia, gula, ira, lujuria, avaricia y soberbia, por lo que es la más colorida y brillante.
Incluso, relató que esta piñata tradicional es la que carga con todo el peso de la historia y significado para estas fiestas decembrinas; sin embargo, mucha gente ya no la compra porque prefieren los productos alusivos a caricaturas o figuras navideñas de otros países, como Estados Unidos.
“La venta está baja, porque ya mucha gente no compra las piñatas tradicionales, se van con las de figura, como Santa Claus, un reno, oso polar. Por eso invitamos a todos los poblanos a que no se pierda la costumbre de romper la piñata de siete picos, que es la tradicional”, dijo.
Dijo que las piñatas de olla también son una tradición, no obstante, recalcó que este producto se comercializa más para las posadas al interior de las iglesias: “Hoy en día también se ocupan diversos materiales, pero la original es la olla de barro y se rompe con un palo de otate, que se forra con papel crepé, y a los niños se les cubre los ojos hasta que encuentran a la piñata en el vaivén, entre cánticos de la concurrencia”, recordó.
¡DALE, DALE, DALE!
Para hacer una piñata, primero se hace el engrudo con maicena, se forra la olla con varias capas de papel periódico y más tarde con papel china de colores; además se cubre con papel estaño y se le da la forma deseada. Se pueden lograr figuras muy bonitas pero depende de lo que se quiera hacer, la paciencia y la creatividad de cada quien, explicó el artesano.
De acuerdo con Marino Pérez, los precios de las piñatas que se comercializan en la capital poblana varían según tamaño, creatividad y gustos. Las más populares y sencillas van desde 40 a 60 pesos; las piñatas de barro chicas y medianas rondan entre los 60 y 80 pesos, mientras que las medianas y grandes van desde los 250 hasta los 800 pesos.
Precisó que hoy en día se rompen en las posadas, se rellenan con cacahuates, jícamas, cañas, tejocotes, naranjas y mandarinas, también se les ponen dulces, listas para que toda la familia se reúna a romper las piñatas.