Quien fuera decano del periodismo falleció a los 91 años de edad el 4 de enero de 2020, día cuando se celebra a quienes ejercen la profesión que él por 70 años desempeñó

Por: Jaime Carrera

El 5 de enero de 2020 pasará a la historia. El ícono del periodismo se ha convertido en le­yenda. Las letras, los sonidos y las imágenes en Puebla están de luto. Enrique Montero Ponce ya descansa en paz.

Decano del periodismo poblano, don Enri­que dejó un legado difícil de igualar. Abarrotó la capilla 1 de la funeraria Valle de Los Ángeles, donde familiares, amigos, comunicadores y allegados lamentaban la pérdida.

Individualmente, de par en par y familias enteras se dieron cita en el sitio, no era para menos. Pocas, muy pocas personas reúnen a religiosos, académicos y a la clase política en todos sus niveles.

Al interior de la capilla se encontraba una foto, el retrato de Montero Ponce recibe a seres queri­dos y a quienes durante décadas fue su maestro, su modelo a seguir. La gente acude a darle el último adiós al reportero de deportes, a la insti­tución de la radio, al periodista, al ser humano.

Los murmullos y los recuerdos son tantos, igual o más que la cantidad de arreglos florales que rodean el féretro de un hombre descrito por familiares y amigos como ingenioso, pro­positivo, emprendedor y bondadoso.

Don Enrique es ya sinónimo de historia.

Durante 70 años ejerció el periodismo y consiguió tres certificados de Guinness World Records por encabezar —ininterrumpida­mente— durante cinco décadas el noticiario radiofónico Tribuna Noticias con más de 18 mil emisiones.

A sus 91 años, el comunicador vio pasar a más de 20 gobernadores, fue testigo de la Pue­bla priista, del ascenso y descenso del panismo, y en el ocaso de su vida alcanzó a observar el arribo de la llamada 4T.

Poderoso entre los poderosos, don Enrique Montero forjó un imperio periodístico, estuvo en la cima y muchos lo recuerdan así, enfunda­do en sobrios trajes, imponente.

Comienza la misa y la gente no deja de lle­gar, unas 200 personas despiden al Señor de la Radio; el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, recuerda con júbilo al comunicador que por años dio espacio a las misas dominicales.

“La vida pasa pronto, la vida es como un suspiro, suspiramos y ya pasó la vida, es como un soplo, él ya terminó su misión en esta vida, duele su parti­da, humanamente sufrimos al saber que vamos a morir”, señaló el líder de la grey católica.

Con el mensaje sobresalen las caras des­encajadas, la tristeza se hace presente, pero también los recuerdos alegres de los buenos momentos que dejó a su paso por el mundo terrenal don Enrique.

La misa concluye, pero nadie se quiere ir, al contrario, las personas continúan ingresando a la capilla. Lejos de lamentos y llanto, la gente dialoga, conversa, bebe café, suspira y lo re­ cuerda. El calor de los abrazos y pésames se hace presente.

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Ya afuera, las declaraciones versan sobre el carácter del periodista, del legado que forjó durante su vida; todas las personalidades presentes tienen algo que agradecerle.

“Indudablemente que Enrique fue un íco­no, y es una gran pérdida para el periodismo mexicano, me siento orgulloso de su amis­tad, un hombre propositivo, y siempre traba­jó por Puebla. Recuerdo una frase, que el que es amigo, es amigo de todos; siempre tuve de él enseñanzas”, destacó el ex gobernador de Puebla, Melquiades Morales Flores.

A su vez, la ex alcaldesa de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz dijo que siempre recordará a Montero Ponce, y sobre todo, la apertura de micrófonos que tuvo para las mujeres y jóvenes funcionarios, tal como ella a su paso por la Secretaría de Finanzas y más tarde en el gobierno municipal.

“Un gran legado, yo creo que un gran lega­do para el periodismo, su pasión por el de­porte y también su pasión por la política, sin duda, la verdad me estremece, y recordarlo, en muchas, muchas ocasiones en las entre­vistas pero también en ese diálogo franco y en ese diálogo abierto”, sostuvo.

El diputado local Marcelo García Alma­guer también asistió a la funeraria, donde catalogó al periodista como único: “Un Hi­malaya entre montañas y montículos”.

“Claramente es una de esas personas, es como un cometa, cada 75 años viene, y difícil­mente vamos a poder recordar a una persona con tanta capacidad, tanta bondad, profesio­nal, con conocimiento no solamente del pe­riodismo, y él se lleva un pedacito de nosotros. Como amigo y como maestro, tuve el placer de poder compartir varias anécdotas”, expresó.

Luego de una mañana que transcurrió entre rezos, agradecimientos y abrazos, el cuerpo de don Enrique fue cremado pasadas las 16 horas del domingo 5 de enero, tras fallecer un día antes, justamente en el Día del Periodista. Un día en el que, cada año, no sólo se felicitó a quienes se dedican a esa profesión, sino también se recordará a quien la ejerció por más de 70 años.

“Nací como periodista y moriré siendo periodista”

Por: Nancy Camacho

Enrique Montero Ponce, el decano del periodis­mo en Puebla, falleció el sábado 4 de enero a los 91 años de edad. Su muerte provocó una retahíla de pésames, memorias y reflexiones sobre su quehacer y compromiso con la vida social, cultu­ral y deportiva de la entidad.

“Nací como periodista y moriré siendo perio­dista”, aseguró don Enrique Montero Ponce al recibir la Presea Ignacio Zaragoza por parte del Ayuntamiento de Puebla en 2013. Aquel fue uno más de la decena de reconocimientos otorgados por su trayectoria profesional.

Don Enrique Montero Ponce ejerció el perio­dismo por más de 70 años, convirtiéndose en un hombre histórico para Puebla y en una leyenda al conseguir tres certificaciones de Guinness World Records por encabezar ininterrumpida­mente el noticiario radiofónico Tribuna Noticias, antes llamado Esquina y Tribuna de la mañana. Fueron más de 18 mil emisiones transmitidas todos los días, incluso fines de semana.

Desde que cursaba el tercer año de secundaria, Montero Ponce mostró interés por el periodismo, pues comenzó a enviar colaboraciones sobre artículos de beisbol y de boxeo al director del pe­riódico La Afición, las cuales fueron publicadas.

A temprana edad abandonó la escuela y se dedicó a leer por las mañanas los periódicos en una estación radiofónica. Se trasladó a Ciudad de México y comenzó como office-boy mientras realizaba trabajos como redactor de noticias. No obstante, la enfermedad de su madre lo obli­gó a retornar a Puebla, donde inició su carrera como cronista deportivo.

Don Enrique Montero también fue redactor de El Sol de Puebla, de la Cadena García Valseca, el cual fue contratado para la sección deportiva de El Sol. Y fue allí donde se empezó a despertar su gusto por la política; meses después escribió para La Voz de Puebla, donde fue primero redac­tor, luego subdirector y más tarde director.

Montero Ponce, considerado precursor del pe­riodismo, destacó por sus trasmisiones en Radio Tribuna, como la cobertura del temblor de 1999, y la toma de la Universidad Autónoma de Puebla. Entre sus entrevistas destacan las realizadas a Ma­rio Moreno Cantinflas, Carlos Camacho Espíritu (creador de Africam Safari), Joe DiMaggio, Jack Dempsey, José Luis Cuevas, entre otros.

Dentro de su trayectoria, recibió el Premio Na­cional de Periodismo de México en radiodifusión por su labor en XEHR de 1980, el Premio en cate­goría Editorial, otorgado por la Universidad de las Américas en 1981, la Presea Ignacio Zaragoza en 2013 por su trayectoria profesional dentro de los medios de comunicación, así como en 2019 recibió el reconocimiento de Guinness World por mantener el programa radiofónico de noticias de forma ininterrumpida durante más de 50 años.

Además, escribió y publicó tres libros: La Aventura de Vivir, en 2018; Toda una Vida a Mi Manera, en 2009 y ¿Y ahora qué, Enrique?, en 2012.