Qué terrible aberración nombrarlos de esa manera tan despectiva.
Lo escucho y mis piedras en el riñón se despiertan, acrecentando su tamaño.
En cualquier liga o competencia existen equipos de diferentes niveles, pero nunca serán chicos o grandes y sí equipos con mayor o menor convocatoria, equipos con mayor o menor historial, equipos con mayor o menor presupuesto y por último, equipos con mejor o peor administración, pero todos los que participan se necesitan unos a los otros.
Que un supuesto grande sepa o se le informe que su próximo partido será contra un llamado “chico” caerá en una falta de respeto hacia el oponente muy grande, siendo el siguiente paso falta de humildad, situación de soberbia que al final se reflejará en el resultado final.
Los comentarios en la prensa hablada y escrita en la semana previa a los encuentros caen muy fácil en ese problema. Minimizan al once chico y lo peor, a la institución en cuestión.
Quiero pensar que por cuestiones comerciales o por cuestiones de interés de los seguidores de dichos programas, 70% de tiempo al aire, se cuestiona al América, Cruz Azul, Chivas y Pumas como grandes y sobre el resto, 14 equipos que juegan en la misma liga, no se hace el menor comentario por ser CHICOS y por este adjetivo calificativo no son tomados en cuenta.
Se olvidan y califican sin tener en cuenta lo más importante de este deporte: su juego. Tomando en cuenta lo anterior, nadie puede decir que Pumas, Cruz Azul y Chivas, en su juego y en sus logros en el presente y en un pasado a mediano plazo, han sido positivos. A equipos como Santos, Necaxa y Morelia, que tienen un juego agradable y que con poco hacen mucho, nadie les tira un comentario porque en su calificación son CHICOS y en su accionar, semana a semana, queda plasmado que practican un muy buen futbol.
Cruz Azul, con mil problemas en sus dirigentes, con equipo incompleto en el inicio, con cuadros diferentes en su formación e idea. Chivas con una gran inversión y en su último juego, con solo un disparo a gol y con solo una posesión de un minuto en 90 de juego. Pumas con un plan a largo plazo basado en sus fuerzas básicas pero con tan solo dos extranjeros como referencia en el campo, mismos que tienen que servir para arropar a los jóvenes. Bueno, a estos equipos les llaman GRANDES.
A los equipos como Santos que todo el juego buscan cómo ofender, a Morelia que le quitan a sus dos principales jugadores y que su técnico los remplaza por otros sin perder la idea de juego, o el mismo Puebla que mantiene desde los últimos 14 juegos la misma idea, basado en el conocimiento del plantel que tienen. Estos tres equipos, por sólo nombrar algunos ejemplos, no tienen la gracia de ser considerados y el camino más fácil es no reconocer la labor que hacen, entonces, sin ninguna clase de miramientos, los meten al cajón de equipos chicos, cuando por ejemplo, a nivel mundial, el Necaxa está considerado en 2019 como la institución que más dinero ganó en transferencias, lo que te habla de la gran gestión de su directiva y que el domingo, en un campo muy difícil como lo es Toluca, con un cuadro sin seis de los que venían jugando, gana su partido en cancha ajena.
Si los medios de comunicación, ya se sea hablada o escrita, quieren ganar credibilidad ante los que leen o escuchan, tienen que quitarse la camiseta de su predilección, tienen que dejar de apartar al resto de los competidores en su calificación de chicos o grandes. Esto dará respeto a sus comentarios y, por consiguiente, respeto a las instituciones, que en muchos casos, sólo tienen como objetivo sobrevivir en un mundo plagado de tiburones.
Por favor, dejen de no tomar en cuenta el esfuerzo ajeno de equipos que quizá su mayor pecado es no tener el presupuesto de otros, y recuerden que lo que no quieres para ti, no se lo digas a tu prójimo, porque a nivel nacional o mundial, tu medio de comunicación no es el más grande y tu receptor también te puede calificar como que trabajas en un medio CHICO y en ese momento la semilla que tratas de plantar será como sembrar en arena de desierto.
Las personas que tienen problemas en su motricidad o en su habla no se les dice enfermos y sí, bien dicho, se les llama personas con capacidades diferentes. Una disculpa por ser tan explícito, pero así son las diferentes instituciones de futbol, equipos con capacidades diferentes.