Por: Nancy Camacho

 El fin de semana pasado, en su visita a la co­munidad de San Pablito, en Pahuatlán, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que el gasoducto Tuxpan-Tula no pasará por los “cerros sagrados” de pueblos originarios, y afirmó que no serán afectados esos sitios aunque se le tenga que pagar a la empresa TransCanadá.

“Aunque tengamos que pagar, pero no va a pasar el gasoducto por los ‘cerros sagrados’ y no vamos a aceptar esas condiciones. Vamos a proponer otros trazos que no afecten las zonas sagradas. Para ellos es muy cómodo decir ‘tú resuelve el problema, porque al final de cuentas tú me tienes que pagar’. No va a ser así”, subrayó.

En su novena visita a la entidad, López Obra­dor aprovechó para mencionar que no ha en­tregado una concesión para la explotación minera de esta zona y que cuando tomó el cargo encontraron contratos de los gasoductos ya firmados por miles de millones de dólares: “Encontramos contratos ya firmados por miles de millones de dólares. Ya se revisaron y se llegó a un acuerdo sin ir a tribunales interna­cionales; bajarán las tarifas y habrá un ahorro de cuatro mil 500 millones de dólares en el caso de los gasoductos”.

El Presidente de México aseveró que en esos contratos hay cláusulas, “para que vean cómo eran contratos, o son todavía, contratos leoni­nos; hay cláusulas en donde se establece que si no puede la empresa construir el gasoducto, de todas maneras el gobierno tiene que pagar­le a la empresa”.

 A su vez, Gabino Hernández Cruz, repre­sentante de las comunidades indígenas de la región, destacó que la oposición al proyecto tiene varios años y que no aceptarán que el gasoducto cruce zonas sagradas para ellos.

Asimismo, solicitó a López Obrador la am­pliación de infraestructura en servicios básicos de agua, luz, drenaje y saneamiento; así como clínicas y hospitales con medicamentos y aten­ción los 365 días del año, además del inicio de programas para la prevención de embarazo ju­venil e infecciones de transmisión sexual (ITS).

Finalmente, los pobladores de Pahuatlán demandaron la creación de un Centro de Jus­ticia Indígena y un Centro de Justicia de apoyo para las mujeres para que puedan dar asesoría en su lengua y donde se respeten sus derechos.