Foto: Archivo

“No tenemos ningún beneficio, porque el mismo municipio da manga ancha a los líderes para que nos estén pidiendo dinero. La solución es que pusieran a su personal para que cobren con boletos foliados, nos den un área digna y se le paguen impuestos al gobierno.

“Ese dinero se canalizaría, ahorita es una fuga, los líderes se llevan toda la lana y no hay un chequeo administrativo ni control del dinero que recogen”, expresó Rodrigo, quien es padre de dos hijos, una niña de cinco años que va a la primaria y un joven que estudia la preparatoria.

Indicó que con lo que gana apoya a sus hijos para que estudien y tengan una vida digna.

Aseguró que con un trabajo en una fábrica sus condiciones de vida serían más precarias.

“Soy un ambulante nato, siempre me he dedicado a vender, yo tengo a mis hijos en la escuela y gracias a eso les doy un desarrollo humano regular a mi familia. Con esto me ayudo para darles lo mejor, tratamos de trabajar, nuestro único delito es trabajar en las calles, pero no estamos delinquiendo”, reconoció.

Rodrigo proviene de una familia de comerciantes de escasos recursos. Sus padres eran artesanos y vendían aretes en las ferias de todo el estado. Él, desde que recuerda, se dedicó a las ventas y no sabe otra cosa más que vender en las calles de la ciudad, donde ningún día es igual y tampoco tiene garantizado el ingreso económico para su familia.

“Es incierto, no es que digas que te vas a rayar, es una gran mentira, a veces te persignas, a veces no, a veces comes. La vida es muy difícil, no reniego, pero sí lo vivo en carne propia, te tienes que exponer a que te mienten la madre, y te hacen cosas no adecuadas”, señaló.

Aceptó que a mucha gente le molesta su presencia porque los ambulantes “estorban en las calles”, aunque también reconoció que hay muchos comerciantes que son imprudentes y afectan a la ciudadanía.

Rodrigo pidió al gobierno capitalino, encabezado por Claudia Rivera Vivanco, que los deje seguir vendiendo, pues aseguró que les conviene tener a 100 ambulantes en las calles y no a mil rateros.

“Como ahorita es un año que se debe estabilizar y más adelante abrir un acuerdo de cómo nos podrían apoyar, yo creo que son unas personas con mucha capacidad, pero hay que darles tiempo porque es difícil que tengan una varita mágica para arreglarlo”, concluyó.

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