Cambio de chip. De acuerdo con la regidora Libertad Aguirre, seis de 10 menores en edad de entrar a la escuela no lo hacen porque sus padres consideran que las listas son costosas y porque creen “que van a perder el tiempo”.
En la ciudad de Puebla, seis de 10 niños con edades de tres a cinco años no son inscritos a instituciones de educación preescolar, pues sus padres consideran que la lista de útiles es cara y no es de utilidad para el grado académico.
La regidora Libertad Aguirre explicó que desde 2002 se instauró como obligatorio el nivel preescolar, pues es la etapa principal del desarrollo de los menores.
Refirió que a nivel nacional sólo cuatro de 10 niños no son enviados a las escuelas, pues se considera que es intranscendente, al acudir únicamente a jugar y a perder el tiempo.
Por lo anterior, informó que la Comisión de Salud del Cabildo de Puebla iniciará la campaña Todas y Todos al Preescolar.
Asimismo, anunció que el Ayuntamiento de Puebla abrirá una bolsa de dos millones de pesos, de la Secretaría de Bienestar Municipal, para apoyar a jardines de niños de las juntas auxiliares.
A través de perifoneo, las autoridades locales comunicarán del programa en todas las juntas auxiliares de la capital para impulsar el proceso de preinscripción que va del 4 al 28 de febrero.
Añadió que a fin de ayudar a la economía de los padres de familia, los regidores buscarán que la lista de útiles no cueste más de 200 pesos, “ya que existe la creencia que son las más caras de los niveles educativos”.
En el interior del estado, precisó, “las listas oscilan en los 100 pesos”.
No obstante, destacó que no se podrá hacer una reducción tan extrema, pues se necesitan artículos que apoyen al desarrollo de los menores.
De acuerdo con Libertad Aguirre, padres de familia llegan a gastar de mil hasta dos mil 500 pesos por cada hijo en preescolar, ya que les piden colores, papeles de diferentes tipos, crayolas, pegamentos, libretas y otros artículos para manualidades.
Otra forma de ahorrar recursos, destacó, es que los tutores no deban renovar las actas de nacimiento ni el CURP, a fin de evitar gastos extraordinarios.
La importancia de inscribir a los menores, resaltó, es que de los tres años a los cinco años de edad tienen mayor desarrollo, “se les cimientan valores y al educarlos se evita que ingresen a las filas de la delincuencia”.
“Nos debe quedar claro que en la primera infancia es fundamental que acudan a la escuela porque es cuando definen lo que serán de grandes, no podemos cortarles el vuelo”, destacó.
Aguirre reiteró que los menores que entran al jardín de niños desde los 36 meses de vida mejoran, porque aprovechan las conexiones neuronales antes de los cinco años de edad.

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