La gente cuenta que desde el sábado pasado en una reunión a puerta cerrada, que duró de nueve de la mañana a una de la tarde, la directiva camotera determinó darle dos partidos más a Juan Reynoso al frente del club Puebla.
Serán Pachuca y Toluca los sinodales que determinarán el futuro del peruano al frente del equipo.
En lo más alto de la Franja las opiniones están divididas y no sólo en lo que refiere al DT, sino también en cuanto a la permanencia de Ángel Rambocho Sosa al frente de la dirección deportiva del club.
Gente como Rodrigo Incera no está de acuerdo con la permanencia del sobrino de José José en la posición debido a los nulos resultados que ha ofrecido durante casi tres años.
Incera sabe bien que la relación que mantiene Rambocho con los jugadores es de apapacho y amiguismo, cero exigencia y por ende los pésimos resultados.
Sin embargo, Incera deberá saber que tumbar al Rambo no será tarea fácil pues como se sabe es consentido de los Guzmán, que son los que manejan el futbol en la televisora del Ajusco y eso lo vuelve casi casi inamovible.
A la fecha y ante la presión mediática que genera la afición con un marcado rechazo a la gestión de Reynoso, la directiva se aferra a intentar mantenerlo al frente con la esperanza de que empiecen a llegar los resultados al notar el “aparente” esfuerzo que mostraron los jugadores en el partido frente al América y Santos, respectivamente.
Además de que saben bien que en caso de despedirlo le tendrían que pagar los tres meses restantes del torneo.
Quemarán sus naves corriendo el riesgo de que cuando se tome la decisión quizás sea demasiado tarde para salvar la temporada, pero en fin, ellos sabrán lo que hacen.
Me platican que al término del partido contra Santos en el vestidor se dio un altercado verbal entre el técnico Juan Reynoso y Osvaldito Martínez, donde el primero le reclamó la manera de tirar el penalti, increpándolo y diciéndole que si quería que se fuera se lo dijera abiertamente, a lo que el paraguayo guardó silencio.
Posteriormente Reynoso se dirigió a la conferencia de prensa donde acusó (sin decir nombres) a prensa y ex técnico de manipular a la afición para ponerla en su contra y según sus propias palabras, acudir al estadio de manera condicionada.
En lo personal me parece que eso es simplemente buscar culpables ante la incapacidad que, como técnico, el peruano ha mostrado.
Este lunes los jugadores, cuerpo técnico y directivos se reunirán a comer en algún lugar de Sonata donde entre otras cosas les informarán que el técnico sigue y que además cobrarán su dinero de acuerdo a los puntos que obtengan, casi casi por objetivos, para intentar obligarlos a jugar al menos por el interés del dinero.
¿Saldrá el equipo adelante? Sólo el paso de los partidos nos contestará esta pregunta.
Por otro lado, según me comentan, entre los nombres que se manejan en el escritorio de los directivos en caso de que las cosas nada más no se compongan en los próximos partidos, se está pensando en tres: Ricardo Lavolpe, Rubén Omar Romano y Damián Zamogilny. ¿A usted quién le gusta?
En cuanto a la salud de Paganoni, me dicen que este lunes se estará incorporando a los entrenamientos y se supone que máximo en dos semanas estaría ya en condiciones de reaparecer.
Veremos en qué acaba esta historia y si la apuesta de la directiva funciona con Reynoso o termina por hundir al equipo.
Lo que es un hecho es que si la relación del técnico con jugadores como Osvaldito y Omar Fernández no mejora, se ve difícil un repunte del equipo.
Nosotros como siempre veremos y diremos.
Seguimos en línea.
Hasta la próxima.
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