Foto: Daniel Casas
Indolencia. Enfermos que requieren ser trasplantados debido a que padecen insuficiencia renal crónica terminal señalaron que el funcionario ofreció una procuración de órganos a otros estados.
Desde hace tres años, la vida de Jesús Cárcamos Vázquez se está agotando. Le diagnosticaron insuficiencia renal crónica terminal.
Hoy, su único sueño es conseguir un riñón para recuperar su vitalidad y su esperanza. Día a día despierta con la zozobra de si la lista de pacientes para recibir una donación avanzó. Sabe que es su única oportunidad de mejorar su vida y recobrar parte de su salud.
“Si te cuidas tal vez no es tan agresiva, pero sí te roba la vida poco a poco, te roba vitalidad, te roba sueños y a veces dices: ‘Ya que se acabe’, pero ves a tu familia que te apoya y lo tienes que hacer”, indicó.
El joven de 31 años de edad recordó que luego de tener vómito y nauseas acudió al médico sin saber que ese día le dirían que su vida daría un giro de 180 grados. “Fue impactante y más al escuchar crónica terminal, te impacta la verdad porque se supone que ya no hay manera de recuperar la actividad del riñón, ya no hay vuelta atrás”.
Con la enfermedad, el maestro de música no imaginó que tendría cambios tanto de salud como en su vida personal. Su pareja lo dejó y hoy su único sostén son su madre y sus hijos, de 11 y cuatro años de edad.
“Ha sido muy duro, desde que la pareja te deje, no te toman en serio con la enfermedad, el desgaste físico es enorme, no puedes hacer cosas rápido o básicas como subir escaleras, tratas de mantenerte normal”, refirió.
Aseguró que hoy aprovecha cada segundo con sus hijos, quienes saben de la enfermedad, pero no la asimilan.
“Vivir más con ellos, estar más junto a ellos porque cada día es un sorteo para decir aquí sigo. El grande sí sabe, pero no lo asimila y la pequeña sólo capta que hay que tener cuidado conmigo, no ser agresivos por el catéter”, relató.
FUTURO INCIERTO
En rueda de prensa, Jesús junto con integrantes de la Asociación Civil de Enfermos Renales y Trasplantados de Puebla solicitaron la renuncia de José Álvaro Parra Salazar, director del Hospital de San José del IMSS tras aseverar que ofertó una procuración de órganos a otros estados cuando en Puebla hay mil 600 personas en lista de espera.
Beatriz Adriana Rodríguez Bernal, integrante de la asociación, detalló que el miércoles de la semana pasada se hizo una procuración de órganos en el Hospital de La Margarita y en Traumatología y Ortopedia; sin embargo, Parra Salazar los ofertó luego de que no tienen insumos ni medicamentos para atender a los trasplantados.
Afirmó que el viernes pasado falleció Mónica, una enferma renal, quien tenía ocho años en lista de espera.
“Queremos seguir con una oportunidad de vida, hay falta de empatía con los pacientes, hay pacientes que tienen muchos años esperando una donación y no les llega y el director al tomar estas decisiones le roba una oportunidad”, dijo.
Rodríguez Bernal destacó que interpondrán una queja ante la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla contra el director de San José bajo el argumento de tráfico de órganos.
A su vez, el diputado federal por Morena, Alejandro Carvajal Hidalgo, explicó que subirá un punto de acuerdo en el que solicitará la pronta construcción del Hospital San Alejandro para dar mejor atención a los pacientes, y aseveró que la salud en Puebla vive una crisis que se debe resolver.
“Vivimos crisis de salud y atención médica sin precedente en el estado de Puebla, la clínica de La Margarita (Sic) parece clínica (Sic) de Vietnam, y estamos en una situación de emergencia”, detalló.
PIDEN HUMANIDAD
Por último, Pedro, otro paciente, dijo: “Que se nos brinde la oportunidad del trasplante porque es desgastante tanto física como económicamente cubrir nuestra necesidad de seguir así. Es triste cómo hay pacientes que no cuentan las posibilidades para tener tratamiento y que van muriendo poco a poco, por Mónica y por muchos más es que alzamos la voz”.