Los permisos para las fiestas patronales en el Centro Histórico enfrentaron este viernes a los regidores del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y la oposición por la falta de control en el ambulantaje.
Durante la Sesión Ordinaria correspondiente a febrero se planteó poner reglas a las actividades religiosas que se se desarrollan en los meses de febrero y marzo, sin
embargo la iniciativa reavivó críticas por el rol de la Secretaría de Gobernación en el control de la informalidad.
La propuesta considera reglas para la instalación de juegos mecánicos, la supervisión en materia de protección civil, así como la transparencia de permisos entregados, metros cuadrados a utilizarse y alcance de los recursos recaudados.
En los primeros posicionamientos, la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) y la priista Silvia Tanús criticaron que la propuesta abone a los beneficios para el ambulantaje que se ha desbordado en el primer cuadro de la ciudad.
En defensa de la propuesta, el regidor de Morena, Iván Camacho señaló que esta es sólo temporal para dos meses y que busca explotar de manera ordenada el potencial religioso de Puebla como lo hacen otras ciudades del mundo.
“Lo que se esta tratando aquí de reforzar es la vocación de turismo religioso”, dijo además de defender que el secretario René Sánchez hubiese transparentado recientemente en comisiones, la información relativa a permisos en fiestas patronales de 2019.
En respuesta, la panista Augusta Díaz de Rivera criticó que en la Cuarta Transformación ahora hasta sean religiosos con miras a dar ventajas a la informalidad que con pretexto de las fiestas vende todo tipo de chucherías.
“De verdad a nosotros nos parece un burdo pretexto el que estén tomando las festividades religiosas”, comentó.
A pesar de las diferencias en torno a los espacios para los vendedores ambulantes, las reglas para las fiestas patronales de febrero y marzo se aprobaron con 13 votos a favor y otros 11 en contra.