La actuación del nuevo presidente del Instituto Electoral del Estado, Miguel Ángel García Onofre, es una muestra más de que en Puebla sólo se cambió de personaje en el poder, pero no de formas.
En el fondo todo sigue igual.
El sometimiento de los organismos autónomos al Poder Ejecutivo es sin duda la mejor muestra de que todo sigue exactamente igual, se replicaron los modelos que estuvieron vigentes durante el morenovallismo.
El Congreso local y sus formas son las mismas, el trabajo de los integrantes de la Legislatura también es el mismo, nadie ha regresado a sus distritos y la austeridad republicana brilla por su ausencia, como bien lo consignó el pasado domingo el periódico Reforma.
La designación del nuevo presidente de la Comisión de Derechos Humanos, del auditor Superior, del presidente del Instituto Electoral y del fiscal, todo ellos carnales, confirma la hipótesis antes expuesta, todo sigue igual.
Cierto, sólo los que creyeron que iba a haber un cambio deben sentirse defraudados. Ana Teresa Aranda acuñó una frase que en lo personal me encanta: “Que nadie se ilusione, para que no existan los desilusionados” y esto es muy cierto.
Cambiar para que todo siga igual, gatopardismo, como ya alguna vez lo mencioné.
En este afán de control total y absoluto, ahora la 4T poblana va por el Consejo Ciudadano del Sistema Estatal Anticorrupción, donde al parecer hay muchos personajes que le resultan incómodos al nuevo régimen.
A través de sus plumas, ya les han mandado diversas advertencias a los personajes que forman parte de este consejo, lo cierto es que integrantes de este organismo que resultan incómodos, que estorban, pues, porque están dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias para evitar excesos, como los que ya se están presentando en algunas dependencias.
Los llamados órganos autónomos realmente de autónomos sólo tienen el nombre; desde muy temprano, el Instituto Electoral del Estado ha comprometido su independencia y ha dado claras muestras de parcialidad al negarle de manera absurda su registro a la organización Antorcha Campesina.
Antorcha podrá ser lo que sea, está marcada por la 4T, quien ya le soltó a su verdugo favorito, a la Unidad de Inteligencia Financiera que comanda Santiago Nieto, encima; pero lo que no se puede negar es que también habían reunido todos los requisitos para poder erigirse en partido político estatal.
Tan es así, que agotadas las instancias correspondientes, Antorcha recibirá seguramente su registro por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo que dejará muy mal parado al Instituto Electoral y su novato presidente, Miguel Ángel García Onofre.
Por cierto, el consejo general del INE sigue muy de cerca la actuación de este personaje, el cual muy pronto demostró que es un empleado gubernamental más.
En fin, reitero que nadie se haga ilusiones para que no existan los desilusionados, esta es la vida real y aquí no hay ni héroes ni villanos, sólo gente de carne y hueso.
 
ALCALÁ, CERCANA A AMLITO
La ex alcaldesa de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz, se ha convertido en una persona muy cercana al dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, mejor conocido como Amlito, quien cada día dice que se parece más al presidente López Obrador, y no en lo físico.
La poblana acompañó a Amlito a la gira de trabajo que este realizó a Estados Unidos, aunque mejor le debería aconsejar que dé una vueltecita por Puebla, donde el tricolor desde hace años está de cabeza.
Parece una mala broma ver a los personajes que se han postulado para disputar la dirigencia estatal del tricolor, salvo Juan Manuel Vega Rayet, todos los demás son pura pipitilla.
En fin, Alcalá está muy cerca de Amlito, pero Amlito está a años luz del priismo poblano, el cual está a la deriva y en el peor momento de su historia.

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