Las poblanas Victoria y su mamá Verónica, que estuvieron atrapadas en Beijing, China, en medio de la contingencia de salud provocada por el coronavirus, tardarán 54 horas en llegar a suelo mexicano luego de una travesía que tardó varios días en conseguir vuelos de regreso.
Durante el viaje deben portar guantes y doble cubrebocas, mismos que deben cambiar cada ocho horas, con la intención de evitar la propagación de cualquier virus durante el viaje.
Desde hace un año, Victoria Ramos, estudiante de la Universidad Iberoamericana Puebla, cambió su residencia a este país asiático para estudiar chino mandarín. Su vida transcurría con normalidad hasta que se desató el nuevo brote de coronavirus, hace un par de semanas.
Victoria se encontraba con su madre, quien acudió a visitarla desde el pasado 24 de enero, cuando las autoridades chinas prohibieron la salida y entrada de personas para evitar la propagación del virus. Desde entonces, se acercó con las aerolíneas para intentar cambiar su vuelo, programado para el 15 de febrero, hasta en dos ocasiones.
A través de un video difundido en sus redes sociales, Victoria y su madre denunciaron que durante su estancia en Beijing, China, se les prohibió salir a las calles y se les recomendó mantenerse resguardadas en casa. Además, alertó que las mascarillas para evitar los contagios escasearon, mientras ellas aguardaban una respuesta de las aerolíneas para salir de inmediato de este país con destino a Ciudad de México.
“Es increíble cómo otros países ayudan a sus connacionales y México no lo está haciendo. No solamente por cuatro mexicanos, somos muchos mexicanos que estamos en China y queremos estar a salvo (…) muchos vuelos están ya cancelados, lo que pedimos es apoyo del gobierno mexicano para todos los mexicanos atorados por Volaris”, comentó en un video.
Victoria y su madre –en compañía de decenas de mexicanos– abordaron un avión para regresar a México, con un tiempo de 54 horas de viaje.