La exigencia de los estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) es reforzar las medidas de seguridad en sus planteles, pues en promedio se registran de seis a 15 asaltos a la semana.
Los universitarios coincidieron en señalar que las zonas más inseguras son: las inmediaciones de Ciudad Universitaria (CU), las cercanías de la Facultad de Medicina de la BUAP, las calles del Barrio de Santiago y Analco, así como el Paseo Bravo, colonia Maravillas y el trayecto del bulevar 5 de Mayo, entre San Francisco hasta Plaza Dorada.
Felipe, un alumno de quinto semestre de la Facultad de Medicina de la BUAP, quien prefirió guardar el anonimato por temor, expresó que en los últimos días se han incrementado los asaltos, robos en transporte público, a transeúntes y en zonas comerciales.
Dijo que existió un registro mensual de 65 robos y asaltos violentos fuera de Ciudad Universitaria, mientras que en los alrededores de la Facultad de Medicina, ubicada en la 31 Poniente y 13 Sur, se han documentado hasta cinco asaltos al día.
De acuerdo con el estudiante, los artículos que más roban, tanto en la calle como en el transporte público son: laptops, tabletas electrónicas, dinero, celulares, mochilas y carteras.
“Estamos expuestos a que nos piquen, a que nos den un balazo, a que nos correteen y muchas de las ocasiones nos han asaltado justo en la puerta de Medicina. Nosotros luchamos por nuestro bien y a veces no se nos hace justo que un delincuente tenga más derechos que nosotros y lo dejen salir, mientras a nosotros nos están matando, estamos cansados”, expresó.
En entrevista por separado, Karen, también estudiante de Medicina de la UPAEP, lamentó que la inseguridad esté rebasando a los universitarios, por lo que consideró que portar una bata no es sinónimo de orgullo, sino de miedo, pues son blanco de los delincuentes.
Consideró que es necesario que las autoridades garanticen la seguridad, cuando ellos realizan su servicio social en otros municipios, ya que están expuestos a asaltos, abusos sexuales y acosos.
“Las plazas para servicio social la mayoría son en lugares lejanos, no sabes a dónde llegar, no hay protección, básicamente sabemos que es servicio social, pero te mandan a lugares lejanos y la gente luego no te quiere”, señaló.
La comunidad universitaria lamentó que en Puebla la seguridad no haya mejorado y, por el contrario, los delitos vayan en aumento. Incluso, los propios estudiantes refirieron que no se ha definido una política de seguridad efectiva que ataque las causas estructurales de la violencia.
Finalmente, Felipe y Karen coincidieron en que las acciones que ejecutan las autoridades tanto municipales como estatales no son suficientes para garantizar la tranquilidad de los universitarios, y mucho menos de la sociedad en general.