Aunque en el Congreso local se calculó que sería mero trámite la desaparición del Ayuntamiento 2018-2021 de Tehuacán, el caso se anuncia todavía con algunas complicaciones.
El presidente municipal aún en funciones, Felipe Patjane, está en la cárcel desde mediados de noviembre por los delitos de uso ilícito de facultades y atribuciones, y ejercicio indebido de las funciones públicas.
Sin embargo, su suplente, Andrés Artemio Caballero López, no ha sido llamado para rendir protesta, por lo que ya impugnó ante el TEPJF.
Con el anuncio de que el Poder Legislativo desaparecerá el Cabildo, ya algunos de los regidores y la síndico advirtieron que se ampararán, para que no proceda su disolución.
El tema aquí es que ellos, como cuerpo colegiado, y también en lo individual, podrían tender algunas responsabilidades en los presuntos ilícitos de Patjane y ven sus barbas en remojo. Tanto peca el que mata a la vaca…
Aunque no hay duda de que el Legislativo local, de acuerdo con sus facultades constitucionales y las que le otorga la Ley Orgánica Municipal, desparecerá el actual ayuntamiento del municipio de Tehuacán, deberá sortear algunos escollos.
La fracción mayoritaria barbosista, que de sí se basta sola para votar a favor de la anulación del cuerpo edilicio, también tendrá a favor los sufragios de las bancadas de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI).
Para esta tarea, para la que incluso algunas organizaciones civiles ya reúnen firmas, prácticamente habrá unanimidad.
Si acaso, el PAN ha cuestionado que se desaparezca la autoridad del segundo municipio más importante del estado, pero se haya congelado una petición similar sobre la capital.
Es más una proclama de la dirigencia panista.
No puede tomarse como una condicionante.
Lo que sí es atendible, es el llamado que este lunes realizó del dirigente municipal del PAN, Fabián Correa Reyes, para que el Concejo Ciudadano que entrará en funciones sea de tehuacaneros.
De ciudadanos de Tehuacán.
Ellos que han padecido el desgobierno.
Las pérdidas económicas.
Que lidian con la inseguridad.
Sin embargo, la disolución del actual ayuntamiento, que debe realizar el Congreso local, puede tener complicaciones jurídicas todavía.
La síndico Laura Virginia Gallegos Sánchez advirtió que se ampararán, en caso de que -como ocurrirá- se anule el Cabildo.
Ella, por cierto y de acuerdo con algunas versiones periodísticas, acarrea denuncias por enriquecimiento ilícito.
También hay otras contra el regidor de Hacienda, Víctor Manuel Canaán Barquet.
Hay que recordar que el hoy preso Felipe Patjane Martínez dejó una deuda de alrededor de 120 millones de pesos.
Recursos que nadie sabe dónde quedaron.
Por eso y otros asuntos, hoy está en preso en el penal del municipio que gobernó menos de un año.
La lógica indicaría que es un despropósito que los regidores y la síndico se amparen, para que no desaparezca el Cabildo.
“Su” Cabildo.
Más todavía, cuando enfrentan la controversia del suplente, que deberá definir el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
¿Quién en su sano juicio rehuye la salida a un problema?
Y uno de esta magnitud.
En los pasillos de la sede municipal y en la obviedad se puede encontrar una hipótesis.
No se quieren ir, porque ellos, los regidores y la síndico, fueron quienes aprobaron y gestionaron los gastos de Patjane.
Avalaron la deuda de Patjane.
Permitieron los excesos de Patjane.
Pueden ser considerados “cómplices”.
En algún grado.
Incluso, el alcalde hoy preso había ordenado auditorías a varias áreas.
Sospechó de los integrantes del Cabildo, con quien tenía conflictos.
Al final, esas mismas auditorías fueron utilizadas en su contra.
Le dieron cabildazo.
Incluso, la síndico presentó denuncias contra Patjane, por órdenes del Cabildo.
El ayuntamiento era y es un enredo total.
Algo más podría configurarse judicialmente.
Ampliarse los procesos.
Si bien (posiblemente) no mataron a la vaca…
Bien pudieron agarrarle la pata… y mucho.