Pese a la “ficha roja” que emitió la Interpol en 2012 para aprehender a Javier García Ramírez no hasido localizado, y al corte de hoy permanece “escondido” en algún lugar de la República o del extranjero.

Y, al parecer, ya extinguió la “ficha roja” de localización y detención de García Ramírez.

Y don Javier… libre como el ave.

(Porque) terminó el gobierno de Moreno Valle y don Javier gozaba de “cabal salud”.

Concluyó la gestión presidencial de Peña Nieto y don Javier seguía libre.

Finiquitó la administración de Gali Fayad y de don Javier “ni sus luces”.

Inicia mandato –transcurridos ocho meses– de Barbosa Huerta y del tema Javier García Ramírez “ni quien se acuerde”.

Ello quiere decir que ni gobiernos panistas, priistas, y ahora morenistas, han podido dar con quien fuera secretario de Obras Públicas durante el gobierno de Mario Marín Torres (2005-2011).

El tema “añejo” de García Ramírez salta de nueva cuenta, porque el fin de semana la Unidad de Inteligencia Financiera, a cargo de Santiago Nieto Castillo, soltó:

“Las cuentas bancarias de Mario Marín serán congeladas”.

Como también las de Adolfo Karam Beltrán, ex titular de la extinta Policía Judicial del Estado –con Marín– y las del empresario textilero Kamel Nacif.

Además, la Unidad de Inteligencia de la Secretaría de Hacienda solicitará a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores –CNV– “congelar las cuentas de la familia Marín García”.

O sea, de su esposa e hijos.

Lo que permitirá tender un “cerco económico” a Mario Marín, quien al no tener acceso a dinero se vea obligado a salir de donde esté.

En teoría suena bien.

Muy bien

Requetebien, diría el clásico.

Mas la realidad es muy distinta a la teoría.

Total y absolutamente distinta.

MARÍN & COMPANY TUVIERON TODO EL TIEMPO PARA PLANEAR DÓNDE RESGUARDARSE

Tanto Mario Marín como Kamel Nacif y Adolfo Karam tienen redes y complicidades más allá de la frontera mexicana, independiente de sus contactos en la República mexicana.

Ya sea que estén en algún lugar del Líbano.

En un país de Europa.

O en una entidad del país.

Amén que tuvieron todo el tiempo para planear, programar y escoger en qué sitio podían resguardarse y poner a salvo sus recursos económicos para no depender de sus cuentas bancarias –HSBC, Banorte, Santander, BBVA–, mucho menos arriesgar a sus familias.

De ahí, que pese a intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera… nada pasará.

Salvo que alguno de ellos –Marín, Kamel o Karam– cometa algún error de estrategia, podría ser localizado y detenido.

Dado que si 20 años después ni la Interpol ni la extinta Procuraduría General de la República, ha podido detener a Javier García Ramírez, tampoco lo harán con esta “trilogía”.

Han transcurrido 15 años del litigio de Lydia Cacho contra Mario Marín y Kamel Nacif, y como –casi– siempre suele suceder, detienen a los “peces chicos”, a los que tuvieron que cumplir “órdenes superiores”.

Mención aparte, y por tratarse de una “vendetta política”, se dio la aprehensión de la maestra Elba Esther Gordillo en el sexenio de Peña Nieto, y su liberación –como exoneración– cuando López Obrador ya era presidente electo de México.

La detención en Guatemala del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, demostró que fue pactada con Miguel Ángel Osorio Chong, entonces secretario de Gobernación, hoy Senador de la República.

Y con Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional… el encarcelamiento de Rosario Robles Berlanga por la “Estafa Maestra” y detención de Emilio Lozoya Austin en España por el caso Odebretch.

Pero ésa es otra historia.

Quizás este espacio se equivoque.

–Pero– no se ve que Mario Marín será detenido.

Como hasta hoy Javier García Ramírez, “disfruta de su libertad”.

¿Así sucederá con Mario Marín & Compañía?

Al tiempo.

 

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *