El gobernador Miguel Barbosa cuenta con dos poderosos aliados que habían pasado desapercibidos. Hábil jugador del ajedrez político, el mandatario estatal sabe qué piezas mover y, lo más importante, cuándo las puede mover.
La semana pasada el periódico Reforma ubicó a uno de los valiosos aliados del mandatario, el ex senador panista Roberto Gil Zuath, quien maneja uno de los despachos de abogados más importantes a nivel nacional y es una pieza clave dentro el panismo nacional que encabeza Marko Cortés.
Gil Zuarth, ex secretario particular de Felipe Calderón, quien lo hizo senador de la República, se vinculó con Miguel Barbosa en la Cámara alta y ahí entablaron una amistad que perduró, pese a la campaña de 2018 y luego la de 2019.
Gil Zuarth era íntimo del ex gobernador Rafael Moreno Valle; de hecho, una de las últimas fotos del entonces senador panista fue con Gil en el Gran Premio de la Ciudad de México 2018 (octubre), donde ambos convivieron en la zona VIP y se tomaron fotos que subieron a sus redes sociales. “Ni hablar, el muerto al hoyo y el vivo al pollo”.
Basta con atar cabos para darse cuenta que el partido del ex patrón de Gil Zuath, México Libre, de libre no tiene absolutamente nada y es una falsa oposición que se encargará de dividir el voto panista en 2021, para eso le van a entregar su registro.
Roberto Gil Zuarth seguramente aparecerá en las listas del panismo a las diputaciones federales o al senado, faltaba más: por la vía plurinominal, para ser un palero del presidente López Obrador, como en su momento lo fue del presidente Peña Nieto desde la Cámara alta.
Zuath se desvivió en halagos hacia el gobernador poblano, su amigo Miguel Barbosa, en su calidad de representante de la Comisión para Estudios del Federalismo y señaló que el proyecto de la Agencia de Energía del estado de Puebla era la primera apuesta por una “propuesta integral”.
Pobre panismo poblano, luchando contra el gobierno morenista en Puebla y con varios de sus representantes apoyando a personajes ligados a este partido, como Genoveva Huerta y ahora Gil Zuath, gente cercana a Marko Cortés.
En tanto, Barbosa Huerta tiene otro valioso aliado en la persona de Emilio Gamboa Patrón, el poderoso Tío Gamboín, quien tras bambalinas mantiene una muy importante presencia en el CEN del tricolor a través de su amiga, la ex senadora y ex presidenta municipal Blanca Alcalá.
A través de Blanca, Gamboa trabaja de cerca con Alejandro Moreno, Alito, el dirigente nacional del tricolor, quien tiene en Jorge Estefan Chidiac a otro de sus alfiles, también hombre de confianza del “tío” y delegado del CEN del tricolor en Nuevo León.
En el tema poblano, el Tío Gamboín busca apoyar a su amigo el senador Miguel Barbosa, a quien conoció muy bien durante su paso por el Senado.
En una anterior entrega mencioné cómo Gamboa y el hoy gobernador de Puebla fueron clave para operar el mal llamado Pacto por México, la antesala de las también mal llamadas reformas estructurales, hoy defenestradas por la 4T.
El mandatario poblano sabrá cuándo y cómo va a mover a sus dos poderosos aliados, el ajedrez político rumbo a 2021 aún guarda muchas sorpresas y nada se puede dar por escrito, aunque el panismo se sienta que tiene en sus manos la capital del estado y también las diputaciones locales.
Barbosa Huerta también sabe hacer política, es un viejo “lobo de mar” con “colmillos largos y retorcidos”, un verdadero ajedrecista y, como dijera la frase clásica: “Esto no se acaba, hasta que se acaba”.
Newton no se equivocó: a toda acción corresponde una reacción, en sentido inverso, pero con la misma intensidad.