Mientras la gente vive la paranoia del coronavirus: se encierra en sus casas, toma precauciones, algunos buscan la prueba en laboratorios porque sienten algunos síntomas, se preocupan por el tema económico que indudablemente nos va a pegar, los diputados de Morena nos dieron un madruguete: se pueden reelegir hasta por tres periodos y no necesitan solicitar licencia como legisladores.
Muchos ciudadanos ni se enteraron, por cierto. Compran rollos de papel en su tienda de conveniencia.
Regresando al tema, los de Morena llevan ventaja porque pueden hacer campaña sin dejar su curul, es decir, cuentan con la estructura para hacerlo. Además, pueden hacer actos masivos de informes de labores unos días antes de que comiencen las campañas.
¿Se puede ser más gandalla que eso?
Mientras en las noticias nos enteramos cuántos casos de Covid-19 hay en México, cuántos hay en todo el mundo, cuántos decesos se están sumando; cuando nos preocupamos porque no sabemos qué tanto nos va a pegar en los bolsillos, Morena hace lo que le viene en gana; aprovecha que las personas están preocupadas por subir memes en sus redes sociales o hacer un tik tok cantando o bailando en su aburrimiento de la cuarentena para tenernos como invitados de piedra.
Pero, como dice el dicho: “La culpa no es de indio (sino quien ve sus películas)”. Morena a nivel nacional y en muchos estados, incluido Puebla, es solo un instrumento para llegar al botín. En qué pensaron nuestros representantes federales al aprobar esta ley.
¿Dónde quedó su maderismo y sus discursos del sufragio efectivo?
En el olvido.
Hoy los legisladores pueden repetir el cargo hasta 2030 porque, como decía Hank González, “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Y se armó la gorda
Uno de los temas más polémicos que ha existido desde que Morena llegó al poder es la inseguridad. El miércoles, el municipio de Puebla dio un manotazo en el tablero y le dijo al gobernador: “¡No, no queremos una imposición en seguridad pública!”, con respecto al nombramiento de una delegada especial en lugar de Lourdes Rosales.
El gobierno estatal no se quedó atrás e insistió en que tiene la razón, pues así lo hizo saber en su conferencia de prensa de ayer. Además, reveló que la Policía Municipal está intervenida por el crimen organizado, lo cual es un duro golpe a la imagen de la ciudad.
“La Policía municipal de Puebla está penetrada por la delincuencia, sus mandos tienen vinculación con la delincuencia. De ese tema he hablado con la presidenta municipal (Claudia Rivera). Hay muchas evidencias de ello. Tenemos muchas carpetas de investigación. La Policía Municipal hace tiempo que no realiza ningún operativo contra los delincuentes, ¿por qué no realiza operativos? Porque está vinculada y sabemos quiénes son los mandos”.
Desde que Barbosa estaba en campaña a la gubernatura por segunda vez, mucho se dijo que se intervendrían algunas áreas del Ayuntamiento, en especial la de Seguridad Pública, si es que no había resultados. No es algo nuevo que se haya planteado.
Era parte de lo que se sabía que podría ocurrir, el tema es que no llegan a un acuerdo público ni el mandatario ni la alcaldesa y eso generará muchos dolores de cabeza. Cuando por fin parecía que habían firmado la pipa de la paz, la situación empeora.
El tema sacará muchas chispas de aquí en adelante porque ahora que muchos negocios están ante la posibilidad de cerrar y ante una posible (subrayamos “posible”) crisis financiera y con base en que hay mucha economía informal, si no se hace algo urgente contra la inseguridad podría haber robos e incremento de ésta.
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