Entusiastas y con una gran sonrisa enmarcada en su rostro, Alejandra Bernal Fuentes y Silvia Isabel Ochoa Cruz, han dedicado varias horas de trabajo para preservar el Patrimonio Cultural del estado y de otras entidades en la República.
Originarias de San Luis Potosí, ambas mujeres encauzaron sus estudios en el ámbito de la restauración, una profesión en la que, a decir desde su propia experiencia, las mujeres han ganado espacios frente a los hombres.
Las jóvenes de 28 y 29 años actualmente laboran en el Departamento de Restauración de Bienes Muebles de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura.
“A donde vayas vas a encontrar más mujeres restauradoras, aunque te puedes encontrar con antropólogos, albañiles, arquitectos, arqueólogos, y tienes que lidiar un poco con esa cultura, te dicen que cómo una mujer va a llegar a decirme qué hacer cuando yo llevo 30 años haciendo esto”, expresó Bernal Fuentes.
No obstante, su esfuerzo y dedicación, la ha llevado a desempeñar y aplicar sus conocimientos en la Catedral de Cuernavaca y en el municipio de Zacatlán, para el rescate de una pintura del siglo XVI.
“Llegas a los lugares y encuentras la pieza casi totalmente destruida, y al terminar de restaurarla dices me quedó bien bonita, si le eché muchas ganas. Esa satisfacción de ver el trabajo terminado para mí es lo máximo “, expresó.
Por su parte, Silvia Ochoa refirió que lo más difícil de ser mujer en esta profesión, es el encontrarse con hombres que en repetidas ocasiones no toman en cuenta su opinión, aunque sin lugar a duda, considera que su trabajo de conservar el patrimonio ayuda a saber de dónde venimos y hacia dónde vamos.
A decir de lo anterior, la pasión y dedicación que pone en cada obra, pieza o mural, la llena de satisfacción.
“Me encantó estar en el Museo Nacional del Virreinato, en el Camarín de la Virgen, fue una experiencia muy bonita, aprendí de todo. De una enorme cantidad de obras que pueden intervenirse disfruto más la pintura de caballete, y me gusta que mis trabajos a realizar sean sorpresa”.
Por último, expresó: “las mujeres somos una fuerza bien grande en todas partes, económica, laboral e incluso moral, normalmente somos las mujeres quienes educan a los hijos, somos mayoría”.