Mayra es una de las poblanas que se encuentra varada en el extranjero. Ella tenía programado regresar de Irlanda a finales de abril a la capital poblana; sin embargo, la pandemia del coronavirus le cambió sus planes.
Por un lado tiene el tiempo límite para salir del país europeo debido a que su visa expira en abril; sin embargo, también teme que se pueda contagiar del virus en su trayecto a casa y al llegar contagiar a su familia y a sus connacionales.
“Es mucha la incertidumbre de estar aquí, por un lado quiero estar aquí porque puedo contraerlo y llevarlo a México e infectar a más personas, aunque yo vaya y me encierre son muchas las personas con las que tendríatrato primero y están mi mamá y mi abuelita y no quiero que se enfermen, por otro lado también digo qué hago en este País”, detalló.
Actualmente está buscando el apoyo del gobierno de Puebla y de la Embajada de México para ubicar la ruta aérea más idónea para su camino a México, a fin de no lidiar con fronteras cerradas, cancelación de vuelos e inconvenientes a su llegada.
Sin embargo, hasta el momento la Embajada Mexicana sólo le ha ofrecido la posibilidad de conseguir vuelos a precios presuntamente “especiales”, pero que en la realidad son más caros que si los compran directamente en la aerolínea.
Mientras que el gobierno de Puebla sólo la contactó para pedirle sus datos y canalizar su caso al Instituto Poblano de Atención al Migrante.
“La Embajada está de adorno aquí. Hay chicos mexicanos que han querido salir y se están atorando porque están cancelando los vuelos, ya no te dejan entrar a lospaíses y es un rollo hasta hacer conexiones”, comentó.
Mayra relató que el aislamiento por Coronavirus ha dejado las calles desiertas. Los negocios cerraros y dejaron sin trabajo a muchos jóvenes mexicanos. Ella sólo trabaja la mitad de las horas que solía hacerlo en un hotel.
Ahora, sólo quedan los mensajes de aliento a través de redes sociales y la esperanza de que amanezca el día soleado, ya que generalmente los días son grises y fríos, lo que deprime más el aislamiento.
“Las personas que seguimos trabajando cada vez trabajamos menos, nos van cancelando horas de trabajo porque van cerrando. El golpe mayor fue hace dos semanas cuando empezó la cuarentena, cerraron empresas y escuelas fue muy difícil, muchos hoteles y restaurantes empezaron a cerrar, la gran mayoría se quedaron sin trabajo hace 2 semanas”, relató.