Puebla siempre ha sido un estado caracterizado por su lucha social, por ser una entidad donde los movimientos son constantes y la población, aunque tranquila, cuando se cansa no la piensa para defender sus derechos.
La entidad gozó ciertamente un periodo de paz, desde 1976 y hasta el año 2006, cuando los gobiernos de Alfredo Toxqui, Guillermo Jiménez Morales, Mariano Piña Olaya, Manuel Bartlett y Melquiades Morales Flores le dieron estabilidad y, también algunas administraciones, crecimiento económico y bienestar.
Pero a partir de 2006 Puebla entró en una espiral de inestabilidad política, y ahora social, que amenaza con convulsionar de nueva cuenta al estado, el cual sufre las consecuencias de todo esto traducido en inseguridad y violencia.
La administración marinista vivió el famoso affaire Marín-Cacho, que trastornó para siempre la vida política de la entidad y desató los demonios que durante 40 años se habían dormido. Posterior a este evento, la inestabilidad ha reinado, pese a la mano dura de Rafael Moreno Valle.
Precisamente, esa “mano dura” de Moreno Valle tensó aún más (políticamente hablando) las cosas, pues llevó al límite a la sociedad poblana, la cual comenzó a acumular una serie de rencores que hoy se traduce en revanchismo político por parte de la clase política en el poder, lo cual se traduce en el cuento de nunca acabar.
Puebla conoció un breve periodo de paz de la mano de un gobernador conciliador como Tony Gali, pero las elecciones de 2018 fueron catastróficas para la entidad y se agudizaron con la muerte de la entonces gobernadora Martha Erika Alonso.
Esta misma visión la comparte muchos ojos en Ciudad de México, los cuales siguen con preocupación los eventos suscitados por la marcha del jueves de la semana pasada, la cual nunca se había visto en la historia de Puebla.
Ya hay preocupación en la capital del país y no es para menos: las elecciones de 2021, aunque aparentemente lejanas, concentran toda la atención del Presidente, quien ve cómo sus niveles de popularidad van a la baja y cómo, a pesar de su estrategia de dividir aún más a la escasa oposición, está en riesgo la Cámara de Diputados para el próximo año.
La situación política de la entidad es bastante delicada: gente sin experiencia en los gobiernos municipales, operadores políticos enfocados más en el pillaje que en ofrecer resultados a su jefe político y demás detalles son la muestra de cómo se encuentra en estos momentos el estado.
Puebla vive momentos cruciales en su historia, el tiempo se acaba para las autoridades, las cuales siguen en su marasmo ante las demandas de una ciudadanía que cada día se vuelve más exigente y demanda respuestas de forma inmediata.
Desde hace tiempo lo había advertido: al parecer, los gobiernos llevan su propia agenda y la sociedad la suya, alentada por las marchas, las cuales, para el gran analista Alejandro Montiel, han sido inútiles.
Para mí no porque aunque muchos no han podido decodificarlas, son la primera muestra de un hartazgo, el cual se comienza a manifestar; tomar la calle es la primera muestra de una expresión ciudadana; si no hay respuesta entonces, tal vez se den otros pasos. Al tiempo.
Son rumores, son rumores…
En la Secretaría de Administración estatal se dice que el otrora poderoso Juan Pablo Cortés, subsecretario de esta dependencia, ha caído de la gracia del gobernador Barbosa.
Es toda una noticia, porque Juan Pablo era identificado como el verdadero hombre fuerte dentro de esta dependencia, por encima de los secretarios Salomón Kuri, quien arrancó la administración, y María Concepción Lugo Alarcón, quienes no pudieron con él.
Al parecer, la titular de esta dependencia, Rosa de la Paz Urtuzuástegui pudo hacer lo que sus antecesores no.
Se habla de que Cortés fue sorprendido en actos de corrupción. ¿Será?
Ya viene La Crónica
A expensas de que otra cosa suceda, el periódico La Crónica, en su edición Puebla, estará listo para ver la luz el próximo 23 de este mes, de la mano del experimentado periodista Arturo Luna Silva, quien suma un logro más en su carrera.
Enhorabuena para todo el equipo que encabeza La Crónica, y bienvenida la competencia.