A las faldas del volcán Popocatépetl, la fiesta de los Xinacates se realiza durante la primera mitad de marzo. Esta tradición -que ha cambiado con el paso del tiempo- se remonta a los festejos prehispánicos que conmemoraban el inicio del año agrícola, al finalizar el invierno.
 
La fiesta de los Xinacates, cuyo vocablo proviene del náhuatl “sin ropa”, inició este domingo 8 de marzo en San Nicolás de los Ranchos y concluirá el próximo martes 10 del mismo mes.
 
Durante tres días los danzantes se cubren el cuerpo con aceite comestible y pintura, visten distintas máscaras de luchadores o diablos y salen a las calles.
 
 
 

A quienes participan en esta danza también se les conoce como tiznados o judíos, y muchos de ellos no tienen certeza del significado y origen de esta tradición, pues se ha modificado con el paso del tiempo y la integración de distintas prácticas desde el tiempo de la Colonia.
 
Algunos pobladores comentan que anteriormente se untaban la tierra sobre la que se realizaban las danzas para depositarla sobre los terrenos de cultivo, para que la cosecha de maíz, frijol, calabaza y chile fuera buena.
 
Este año, en las calles de San Nicolás de los Ranchos se encontró a pequeños grupos de Xinacates, que bailan, gritan y agitan pequeñas cadenas contra el suelo. Los hombres, principalmente, piden una cooperación a los transeúntes y desafían al público, jugando con la amenaza de pintar a los observadores.

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