Historias poco conocidas, equipos que brillaron sin reflectores y figuras que no recibieron premios o reconocimientos por su desempeño en las canchas, así es como ha vivido el futbol femenil.

En México hubo una selección nacional que consiguió un subcampeonato del mundo y a pesar de que fue en un torneo no reconocido por la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), es algo que no logró ningún otro combinado azteca sin límite de edad.

La segunda Copa del Mundo femenil organizada después de que se levantó la prohibición en varios países, se realizó en México, en un Estadio Azteca que lució lleno en casi todos los partidos, sobre todo los de las locales.

El equipo mexicano venció 3-1 a Argentina y 4-0 a Inglaterra en la fase de grupos; después, dejaron en el camino a Italia en semifinales con marcador de 2-1 para instalarse en la final contra Dinamarca, que se jugó el 5 de septiembre.

Aunque el escenario era inmejorable para que se consumara el campeonato del mundo en casa, las mexicanas cayeron por 3-0, pero el reto principal no fue el talento, sino el físico, ya que las europeas eran mucho más altas y rápidas.

Las futbolistas soportaron actitudes machistas y discriminatorias a pesar de haber tenido una buena actuación, no recibieron apoyo económico porque se les consideraba un equipo amateur y la gente les gritaba que regresaran a la cocina o a lavar durante los entrenamientos.

Sin embargo, nada las detuvo y surgieron ídolos como Alicia Vargas, apodada “Pelé”, quien inició el torneo en la banca y lo terminó como la jugadora más destacada; recibió ofertas para jugar con clubes en el extranjero, pero su corta edad le impidió salir del país.

A pesar de que Vargas no pudo consumar su sueño de jugar en otros continentes, ni participó en los Mundiales que sí fueron reconocidos por la FIFA, ingresó al Salón de la Fama ubicado en Pachuca con la generación del 2019 y agradeció la justicia que la Liga MX Femenil le da a las futbolistas.

“Es muy difícil ser pionera del futbol porque en las épocas que nos tocaron a nosotros había mucho machismo. Me da gusto que por fin se le hace justicia al futbol femenil; no se le da el mismo apoyo que al varonil y espero que en poco tiempo esto sea manejado totalmente por personal femenino”, declaró días antes de ser investida.

La profesionalización llega a México

En diciembre de 2016,  la Federación Mexicana de Futbol (FMF) anunció la creación de la primera Liga Femenil, que tendría como principal objetivo llenar de talento a la Selección Nacional.

“Es un gran paso que da el futbol mexicano y que damos como sociedad. Es algo que nos llena de orgullo, es un honor y una obligación el dar lo mejor que tengamos para que esta liga nazca, pero sobre todo para que crezca fuerte”, aseguró Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX.

El primer paso se dio con la realización de un “torneo piloto”, la Copa de la Liga MX Femenil que comenzó el 3 de mayo de 2017 y contó con 12 participantes divididos en tres grupos de cuatro equipos cada uno.

Las Tuzas del Pachuca, bajo la dirección técnica de Eva Espejo, se coronaron campeonas con un contundente 9-1 contra Tijuana en la final, encuentro que dio pie a la primera edición de la Liga.

Se abre el telón

El Apertura 2017 fue la primera edición de la Liga MX Femenil, competencia que tuvo a 16 de los 18 clubes de Primera División, ya que Puebla y el recién ascendido Lobos BUAP recibieron una prórroga por presupuestos.

Los equipos se dividieron en dos grupos de ocho para disputar la Fase Regular y los dos mejores de cada sector clasificaron a la Liguilla, etapa que se llevó a cabo a partir de las semifinales.

América, Tigres, Guadalajara y Pachuca fueron los cuatro invitados a la Fiesta Grande; Chivas eliminó a las Águilas y las Tuzas hicieron lo propio frente a las Universitarias para protagonizar la primera final en la historia.

El partido definitivo de la campaña se llevó a cabo el 24 de noviembre en territorio jalisciense y aunque el juego de ida terminó 2-0 a favor del Pachuca, las rojiblancas aprovecharon la localía y vencieron 3-0 para levantar el trofeo.

En el Clausura 2018, Tigres y Monterrey disputaron la primera Final Regia que desencadenó una hegemonía de los equipos femeniles del norte; el 4 de mayo, ante un Gigante de Acero con 51 mil 211 asistentes, las Felinas levantaron la copa.

Para la siguiente campaña, Puebla y Lobos BUAP concretaron sus proyectos y su inclusión a la Liga MX Femenil; el América se coronó al negarle el bicampeonato a Tigres por la vía de los penales con errores de sus cobradoras y atajadas de Cecilia Santiago.

No obstante, los siguientes torneos fueron de auténtica revancha para las escuadras regias, pues Tigres consiguió su segunda estrella y venció nuevamente a las Rayadas en el Clausura 2019, pero en el torneo de Apertura, Monterrey tuvo un torneo perfecto y, por fin, ganó el ansiado título ante el acérrimo rival.

Condiciones precarias y sigue la lucha

El campeonato de las Rayadas trajo consigo una polémica que hizo ruido a nivel nacional, cuando se dio a conocer que se les había prometido un bono que nunca llegó y únicamente se les dio una tableta electrónica; Desirée Monsiváis, goleadora del equipo, mandó varias indirectas en sus redes sociales para confirmar la situación.

Sin embargo, la desigualdad de salarios va más allá de los premios, la escuadra varonil del ahora desaparecido Veracruz denunció en una conferencia de prensa que las futbolistas tenían que entrenar, jugar y viajar en condiciones precarias.

“Hay un tema de suma importancia. La categoría femenil, con un salario parejo de 3 mil 700 pesos mensuales, cuenta con un adeudo de dos meses. No cuentan con cuerpo médico ni nutriólogo, no tiene privacidad, ni agua para bañarse o hidratarse”, reveló Carlos Salcido, portavoz de los Tiburones Rojos.

Varias jugadoras han declarado que no pueden ver al futbol como su profesión, ya que los ingresos no son suficientes para mantenerse; por su parte, los entrenadores aseguran que esperan mejoras en los proyectos que todavía están en crecimiento.

El nivel futbolístico de la Liga MX Femenil va en ascenso y llamó la atención de futbolistas que militaban en Estados Unidos o Europa como Stephany Mayor, quien llegó a Tigres procedente del Thór/KA Akureyri de Finlandia.

La selección nacional de México tiene cada vez a más convocadas de los equipos mexicanos y el primer resultado importante fue el subcampeonato de la categoría Sub-17 en el Mundial de Uruguay 2018, pero el camino por recorrer aún es largo en busca de la igualdad y de condiciones dignas para las profesionales.

Con información de Agencia Notimex.

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