Ante la llegada de la fase 3 del Covid-19 es una obligación moral conocer y atender con información suficiente el grado de contagio que existe para así tomar las acciones preventivas pertinentes de manera oportuna, señaló José Manuel Madrazo Cabo, Director del Centro de Bioética y Decano de Ciencias de la Salud de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

“Omitir realizar el diagnóstico más profundo posible sobre la expansión de la epidemia no sólo es un error estratégico sino de orden moral: la transparencia en materia de información que afecte gravemente el bien común exige proceder de esta manera”, expresó.

El especialista dijo que es preciso realizar pruebas de detección al personal médico por el constante contacto que tienen con pacientes infectados y con algunas personas que sin presentar síntomas puedan eventualmente portar el virus.

“Exigir al personal sanitario atender a personas contagiadas o con posible contagio sin dotarlas de todo el material necesario para su protección no es éticamente justificable. A nadie se le puede obligar a arriesgar su salud y eventualmente la vida sin la prudente protección. Así mismo, la atención de la salud mental del personal sanitario, es tan importante como su salud física, por lo que habrá que ofrecerles ayuda profesional en el momento que lo requieran”, finalizó.

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