La amenaza de la fase 3 del coronavirus se suma a los enemigos gratuitos ganados por el gobierno estatal. El nuevo embate del barbosismo a la BUAP, en la persona de Alfonso Esparza, refleja el interés de apoderarse de la Máxima Casa de Estudios.

¿Por qué atacar a la BUAP? ¿Para qué enfrentar a Claudia? ¿Para qué pelear con los empresarios? ¿Por qué discutir con reporteros incómodos?

En tiempo récord el gobierno de Puebla se colgó las etiquetas de soberbia, prepotencia e impositivo. A pesar de la infructuosa defensa que medios con intereses de por medio hacen a diario de lo indefendible.

Por razones desconocidas, el gobernador Barbosa Huerta se empeña en conflictos estériles. Tiene más fijación en imponer su voluntad que en trabajar para beneficio de los poblanos.

Los poblanos que lo llevaron al poder siguen sentados esperando las obras y apoyos prometidos. Seguirán en la misma posición, porque ninguna obra se ha iniciado. Ni iniciará.

Por el contrario, los casi nueve meses al frente –tomó posesión el 2 de agosto de 2019–, los ha invertido en venganzas y enfrentamientos. Incluso con gente de su mismo partido como Claudia Rivera.

Los pretextos para atacar al rector de la BUAP sobran, por sistema lanza ofensivas. Como todo tiene un fin. Apoderarse de la casa de estudios es la meta. Sin importar la autonomía, intenta imponer condiciones.

Sin razón Barbosa Huerta, pero sí con fines políticos, expone que el Hospital Universitario no tiene capacidad para atención a enfermos de Covid-19.

Tanto que argumenta que ocurrirá una tragedia. Como si los 78 muertos hasta ayer no fueran una tragedia.

Tal vez Barbosa Huerta ignora, o no le informan sus asesores, que el HUP, cuenta con 30 ventiladores pulmonares, para atención a pacientes con coronavirus. Cantidad superior a la mayoría de los hospitales del país.

Y nadie responsabiliza a las instituciones médicas públicas por los decesos. Y menos fincan responsabilidad alguna a Barbosa Huerta.

Lo mejor sería que desde su trinchera trabajara para aligerar la pandemia y deje al Ayuntamiento, BUAP y empresarios laborar por sus lados.

Una sugerencia: ¡Trabajen, trabajen y trabajen!

REPORTE DEL INFORMANTE

Apoyos interesados. Las despensas repartidas en Puebla sirven para sacar raja. Los apoyos a la población por el paro laboral y social los utilizan para beneficio propio.

Las cajas con víveres tienen categorías A, B y C.

Las clasificadas A, además de los comestibles de calidad, están acompañadas de aparatos electrodomésticos y efectivo. Por supuesto los tienen en calidad de héroes.

Las despensas B son más abundantes en mercancía que las C, como mandó a publicar el gobierno del estado. Y es normal, vergonzoso sería si fuera lo contrario.

Mientras el gobierno maneja más de 50 mil millones de presupuesto anual el Ayuntamiento apenas alcanza los cuatro mil millones. La diferencia es abismal ¿O no?

Además con un mensaje subliminal ¡Se lo manda el señor gobernador! Promoción gratuita a costa de la necesidad. ¡Vaya acción!

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes  y no reflejan necesariamente  el punto de vista de 24 Horas.

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