La mañana de este martes, el político Javier Lozano Alarcón fue nombrado “vocero especial” de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) para que, desde su espacio y tiempo –léase Twitter– defienda el Estado de Derecho y los intereses de los mexicanos (adinerados y grilleros).

El presidente del organismo, Gustavo de Hoyos Walther, dio la bienvenida con bombo y platillo, aunque en esta ocasión ocurrió únicamente a través de redes sociales, debido a la contingencia por coronavirus: “Las decisiones del gobierno están comprometiendo la vigencia de las instituciones democráticas y republicanas. El debate es fundamental para evitar retrocesos”, lanzó el empresario. La crítica no se hizo esperar. Y con justificada razón.

El político poblano, nacido del salinismo y que obtuvo sus principales cargos públicos en los sexenios panistas, cuenta con una historia poco clara sobre los intereses que persigue, aunque fueran únicamente de índole económico.

Su más reciente encargo ocurrió en 2018, cuando se incorporó como vocero en la campaña presidencial del priista José Antonio Meade, donde fustigó, en todo momento, al entonces candidato Andrés Manuel López Obrador. Su participación era sencilla: Decir, a través de redes sociales y exposiciones mediáticas, lo que “políticamente” no podría expresar Meade. Y pese a todo, lo logró.

Antes, en 2017 Javier Lozano estuvo como Jefe de Oficina del entonces gobernador Antonio Gali Fayad. También fue vocero de la administración estatal y presidente de la Coordinación de Transparencia de Puebla. Su paso por Puebla fue atropellado y hasta repudiado por decenas de medios de comunicación en la entidad.

En el Senado de la República, de 2012 a 2016, legisló en materia de Comunicaciones y Transportes; Trabajo y Previsión Social; así como Cultura; Radio, Televisión y Cinematografía. Además, fue vicecoordinador de Política Interior de la bancada del PAN.

En el gobierno federal, Lozano Alarcón –quien se codeó con el ex gobernador más querido de Puebla, Mario Marín – ocupó cargos en el sexenio de Ernesto Zedillo y Felipe Calderón Hinojosa. Esta última incorporación le valió para sostener una férrea disputa con todos los sindicatos del país.

Una de sus cabezas derrocadas es la de Martín Esparza, líder del extinto Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) de la Compañía Luz y Fuerza del Centro (LyFC), con quien sostuvo un enfrentamiento brutal, principalmente en la región de la Sierra Norte de Puebla, en el municipio de Huauchinango y Nuevo Necaxa.

Lozano también lideró actos de censura y presión mediática, como el caso de la periodista Carmen Aristegui, suspendida de MVS en 2011, tras exhibir al aire los presuntos problemas de alcoholismo de Felipe Calderón.

Lozano Alarcón es uno de los principales críticos a López Obrador. Y su llegada a la Coparmex responderá a la reciente crisis que vive el empresariado con el tabasqueño, principalmente por el manejo de comunicación, política laboral, económica y hasta social, en momentos en que la crisis sanitaria devela un deficiente sistema de salud en el país. Al tiempo.

BOCANADA

Agradezco la oportunidad del diario 24 Horas Puebla, y de su directora Patricia Corro, para reanimar la escritura de esta columna, Puebla Pública, en la que intentaremos ofrecer un enfoque diferente al acontecer local y nacional. Mi reconocimiento a su espíritu y fortaleza, así como al profesionalismo de todos mis compañeros que hacen posible este periódico. Gracias. Nos leemos en ocho días, con más bocanadas.

 

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

 

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