De acuerdo con investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en España, una bacteria intestinal podría tener aplicaciones terapéuticas, para tratar trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad.
La bacteria Christensenella minuta, ejerce un efecto antidepresivo y ansiolítico a través de rutas de comunicación establecidas entre el cerebro y el intestino.
“La investigación sobre el sistema de comunicación bidireccional a través del eje intestino-cerebro es un campo de investigación. Se ha demostrado que el intestino afecta al cerebro, y viceversa, a través de rutas inmunológicas, endocrinas y neurales”, comentaron.
Diversos estudios, señalaron, sugieren que la microbiota intestinal podría ejercer una función importante en trastornos que afectan al cerebro como las enfermedades neurodegenerativas y psiquátricas, incluidas las alteraciones del estado de ánimo.
“Su uso se está explorando para el tratamiento de enfermedades crónicas, como la obesidad y sus comorbilidades metabólicas y como novedad, en este caso, para el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo”, apuntaron.
Con información de Agencia Notimex.