Más de 150 mil pequeños y medianos productores de leche de 20 estados del país, se han visto impedidos de parar sus actividades por efectos de la pandemia. Esto los obliga a regalar o tirar al drenaje miles de litros al día, sin que las autoridades tomen carta en este asunto.
El presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz, exhortó a autoridades federales y estatales a que, junto con productores de leche formalicen un pacto nacional para reducir importaciones frente a la notable depreciación del peso.
Mencionó que anualmente las importaciones de lácteos ascienden a mil 800 millones de dólares, lo que implica que las compras extranjeras cubran el déficit de 4 mil 500 millones de litros.
Dijo que los pequeños y medianos productores no han sido convocados a participar en programas de apoyo específicos para no quebrar, en virtud de que las pequeñas unidades productivas son familiares. Sin embargo, dan empleo a 300 mil personas.
Destacó que se ha desatado un aumento desmesurado de precios de los insumos, lo cual se refleja en un incremento del costo de producción que ya sobrepasa 7.50 pesos por litro.
Esto, añadió, en virtud de que el insumo principal de alimentación para los animales es alimento balanceado, a base de maíz, sorgo y pasta de soya importados.
Consideró que al inicio de la pandemia, hubo compras extraordinarias de leche, en particular de ultrapasteurizada, por previsión de los consumidores, pero en la actualidad se registra un consumo natural, por lo que pidió a las secretarías de Economía y Salud, vigilar de cerca las importaciones de fórmulas lácteas de mala calidad. “Esto empeoraría las cosas”.