La variación en el número de casos confirmados por el virus Covid-19 podría repercutir en la identificación de riesgos para levantar la cuarentena en algunos municipios de Puebla, lo que podría generar un nuevo brote de contagio, según un estudio que realizó el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM).
De acuerdo con el análisis de este observatorio ciudadano, además de exhibir las diferencia entre las estadísticas que arrojan los municipios con el estado sobre las personas contagiadas, también se reflejan deficiencias en las cifras del gobierno de la República, que ponen en duda la veracidad del conteo.
La estadística refleja que no hay condición de estabilidad según las mediciones oscilatorias entre los datos del gobierno estatal con los casos que han confirmado cada uno de los municipios donde llegó el virus, que según este registro es de un total de 45.
Por poner un ejemplo, la Secretaría de Salud federal reporta que en Puebla capital, donde hay mayor incidencia, con datos al 20 de abril el número de pacientes con Covid-19 es de 238 y el estado contabiliza 250, así como en San Andrés Cholula donde la federación marca 32 y la entidad solo 28.
Por otro lado se han dado caso el gobierno de la República han reportado al menos un paciente en municipios como Quecholac, Quimixtlán y San Felipe Teotlalcingo, donde la autoridad estatal mantiene en cero sus cifra y viceversa, como Oriental y San Salvador el Verde donde la federación no reconoce un enfermo en cada municipio.
Esta situación, explica el documento, podría hacer la diferencia entre las fechas en las que se estaría dando por concluida la cuarentena ya que el Gobierno federal ha marcado el día 17 de mayo y 30 de mayo los periodos en los que se retomarían las actividades normales.
En este sentido, lo preocupante del análisis es que la diferencia entre las cifras sería que se levante el confinamiento en zonas donde si pudiera ver a un contagios y esto derive en la propagación nuevamente del virus lo que regresaría a la curva.
En este sentido, Juan José Hernández López, presidente de IGAVIM, afirmó que este estudio revela que no existe justificación para que se haya recurrido a una fase 3, sobre todo porque el pico se da entre el 12 y 13 de abril, donde se observa un descenso en algunas entidades de los casos confirmados.
“Esto empieza a generar incertidumbre sobre las decisiones que se han tomado precisamente para saber qué día levantar la cuarentena en el caso de Puebla entonces si hay una variación importante de cifras”, dijo.