Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó que ante los cierres de escuelas por COVID-19 la crisis sanitaria podría ser “catastrófica” para los niños.
“Lo que comenzó como una emergencia de salud pública se ha convertido en una prueba formidable para el desarrollo global y las perspectivas de la generación joven de hoy”, se afirmó en un documento.
El efecto del coronavirus sobre la economía, las medidas de contención y mitigación implementadas, representan un riesgo para los derechos del niño.
En 188 naciones que han cerrado escuelas se ha puesto en riesgo su alimentación pues “368.5 millones de niños en 143 países que normalmente dependen de las comidas escolares para una fuente confiable de nutrición diaria ahora, deben buscar” alternativas, dice el texto fechado el 15 de abril.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, presentó el informe la víspera afirmando que la vida de los menores a nivel mundial “está cambiando totalmente” ante la situación que ha provocado el coronavirus, por lo que pidió a las familias protegerlos.
Aunque reconoció que el sector se ha librado de los “síntomas más graves de la enfermedad”, cientos de miles de niños podrían morir por las consecuencias derivadas de la pandemia, “lo que revertiría la reducción de la mortalidad conseguida desde hace dos y tres años, a solo uno”.
Titulado como ‘El Impacto de COVID-19 en los niños’, explica en 17 páginas que entre 42 y 66 millones de infantes podrían caer en la pobreza extrema en 2020, lo que se suma a los 386 millones “que ya están en la pobreza extrema” desde el año pasado.
Además pide a los gobiernos mantener las cadenas de suministros, priorizar la educación, y protección para niños tanto migrantes como refugiados.