Por: Aquiles Montaño Brito
Las dictaduras le tienen pavor, y un coraje demencial, a la competencia democrática, porque los grupos sociales rompen radicalmente con las ideas de los caciques y presentan una filosofía clara para levantar a un país les pueden quitar el poder político con el que aquellos someten a los pueblos. Las dictaduras se arrogan todos los poderes políticos y, apoyados por la fuerza pública, los ejercen sin limitación alguna.
Eso sucede en Puebla. Desde hace varios años, en el estado no ha existido un gobierno que logre encaminarlo por los derroteros del progreso: combatir a la pobreza, aumentar los salarios, seguridad verdadera y que construya obras sociales para que la gente tenga escuelas, hospitales de alta calidad, casas dignas, áreas deportivas o culturales, carreteras y un buen etcétera. Eso nunca ha sucedido, pero el problema ha empeorado en los últimos años: hemos tenido a un señor que “gobernó” un año con ocho meses, una gobernadora que sólo ocupó el cargo 10 días porque fue asesinada, un gobernador interino de emergencia y, después, otro gobernador interino electo por el Congreso Local; finalmente, tras unas elecciones a las que la población ya no acudió de manera entusiasta, dada la descomposición política, ahora nos “gobierna” un dictador emanado de Morena: Miguel Barbosa Huerta.
Barbosa fue impuesto por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y por la expresidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky. Ellos impulsaron su candidatura y ellos lo hicieron gobernador. Barbosa ganó, con comillas, las elecciones con una votación muy baja, copiando el lema de “primero los pobres”. Sus resultados son malos: hay más pobreza, no hay empleo suficiente, no hay obras en las comunidades, pueblos campesinos ni colonias populares, ha incrementado los impuestos y se ha dedicado a pelearse, como buen aprendiz de López, con todos los grupos que no comparten sus pésimas ideas de gobierno: los partidos políticos, los empresarios, los jóvenes universitarios (que le hicieron una marcha de 100 mil exigiendo seguridad hace un mes), con los transportistas, los gruyeros, los ambulantes, con la BUAP, con los periodistas que lo denuncian públicamente y con el Movimiento Antorchista. Eso lo saben los ciudadanos, lo razonan y lo expresan: las encuestas de la Aria Consultores lo ubican como el gobernador peor evaluado en México.
Para sus enemigos, Barbosa crea leyes para encarcelarlos, realiza campañas de su prensa aliada o en las redes sociales con el erario y a varios los ha encarcelado por su enfermiza venganza personal. Los dictadores no conocen el arte del debate de las ideas, para ellos la única forma de acallar las críticas es la cárcel o el asesinato.
Conocedores del desarrollo de la sociedad poblana y de la involución de Morena (y de Barbosa por ende), la AC Movimiento Antorchista Poblano el año pasado inició ante el Instituto Electoral del Estado los trámites para convertirse en un nuevo partido político. ¡y cumplió con todos los requisitos! Obviamente, eso no le gustó a Barbosa, quien impidió, de manera ilegal, que el MAP pudiera concluir su trámite. No sólo eso: acusó, sin pruebas, a los líderes de ser delincuentes, los amenazó con la cárcel y envió amenazas de muerte. A Morena le da pavor un nuevo partido político. Sabe que, en elecciones limpias, perdería todo el poder en los municipios, el Congreso y la gubernatura.
Por eso el IEE bloqueó al MAP. Entonces inició la batalla legal para demostrar que, pese a todas las artimañas del gobierno estatal, el MAP cumplió con los requisitos exigidos. Presentamos ante el Tribunal Electoral del Estado de Puebla nuestras apelaciones y expresamos los agravios cometidos por el IEE.
El Tribunal Electoral violó la ley porque no resolvió los agravios del IEE en contra del MAP, lo cual era su deber hacer, y sino que los tres magistrados del Tribunal impulsaron nuevas acusaciones en contra del MAP. De manera que los 300 mil ciudadanos que queremos formar un nuevo partido político quedamos indefensos ante las autoridades electorales. No sólo eso, el tribunal podía legalmente resolver una negativa sobre el proceso de formación del nuevo partido político, sino ordenar al IEE que completara el proceso y una vez completado entonces se resolvería si el proceso fue válido o no. Nada de eso: el tribunal se atribuyó una orden que no le compete y ordenó el freno absoluto al nuevo partido político.
¿Y de qué nos acusa ahora el Tribunal? Los tres magistrados sostienen que el MAP no se registró a tiempo en su intención de formar un nuevo partido político, es decir, el 31 de enero de 2019. Eso es falso. Pedimos nuestro registro, como lo hicieron varias organizaciones más. Por eso el propio IEE debió programar y validar el proceso de realizar asambleas en 18 distritos locales y reunir al número mínimo de afiliados.
En segundo lugar, el tribunal sostiene que no presentamos nuestros informes financieros. Eso es falso. Cada mes, desde que nos fue aprobada nuestra Asociación Civil y ésta fue aceptada por parte del IEE, presentamos los informes y no ha faltado ni uno de ellos.
En tercer lugar, y con el objetivo de echar para atrás todo el proceso, el tribunal dictaminó que todas nuestras asambleas en los distritos locales no fueron válidas. ¿Con qué argumento? Dice que los 50 trabajadores del IEE que revisaron y validaron las asablemas no fueron electos por el Consejo Electoral del IEE. Es es absurdo. En el IEE se aprobó el acuerdo AC1CG-0812019, que sostiene que a los trabajadores que acuden a las asambleas los debe elgir el Secretario del IEE y no el Consejo. El tribunal miente… ¡otra vez!
Bajo estas ilegalidades, el Tribunal Electoral del Estado de Puebla viola los derechos humanos, los constitucionales y el derecho de asociación de 300 mil ciudadanos poblanos que queremos crear un nuevo partido político. ¿Por qué los magistrados actúan así? Porque siguen las órdenes de Barbosa. Es más fácil agacharse y obedecer las órdenes del poder, que erguirse y actuar legalmente. Pero la historia nunca olvida el nombre de los traidores.
¿Qué sigue para el MAP? Denunciaremos en la prensa y en las redes sociales a la dictadura de Barbosa, para que México sepa cómo gobierna Morena y qué es capaz de hacer para retener el poder. Además, acudiremos a la Sala Regional buscando justicia y legalidad, y demostrar que cumplimos con los requisitos legales para ser un nuevo partido. ¡Vamos a seguir en la pelea política! ¡Seremos nosotros, le pese a quien le pese, quienes tumben democráticamente a los farsantes morenistas del gobierno! No les quede duda.