Ser priista o ser panista no es pecado ni ofensa ni denigrante ni vergonzoso. Puede o debe ser motivo de orgullo para quienes militaron o militan en alguno de ambos partidos.
Así como los simpatizantes de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) están orgullosos de su partido, así los demás militantes. Si para unos es un “honor estar con Obrador”, para otros sencillamente no lo es.
Así, sin ofensas.
El problema empieza cuando unos, como el gobernador Luis Miguel Barbosa, les reprochan a otras, como la presidenta Claudia Rivera Vivanco, que su administración está integrada de priistas y panistas. Y el problema continúa cuando Claudia le reprocha a Barbosa que tiene colaborando con él a algunos morenovallistas.
Nadie les quita capacidad, talento, debilidades, aciertos, ineficiencia o éxitos y fracasos, pero haciendo un recorrido en el Congreso del estado, con lo poco, pero muy poco, que le queda de Honorable, me encontré algunos casos de priistas y panistas y morenovallistas incrustados en la 4T:
María del Carmen Saavedra Fernández, diputada por Teziutlán. Hoy se pasó a Morena, pero llegó gracias a la ¡coalición morenovallista!
Nora Yessica Merino Escamilla es diputada por el Partido Encuentro Social (PES) en el distrito 10 de Puebla capital. Obviamente, pertenece a la coalición Juntos Destrozaremos la Historia. Reconoce que de febrero a octubre del año 2012 o 2013 (en el currículo dice 2017, por eso la confusión) trabajó en la Oficina de Apoyo Legislativo del diputado Lauro Sánchez ¡del PRI!
José Miguel Trujillo de Ita. Bueno, éste de plano fue porrista de Mario Marín, Melquiades Morales y Mario Montero en diferentes momentos electorales entre 1995 y 2006. Pero qué bueno que el diputado del PES en Amozoc, con honestidad, reconozca su pasado priista.
Pero a Tonantzin Fernández Díaz parece que sí le avergüenza su paso por el gobierno. Su historial público reporta que fue “funcionaria en la Secretaría General del Ayuntamiento de la ciudad de Puebla”, pero no da fechas. Tal vez la diputada por San Pedro Cholula por Morena no desea que se acuerden que en algún tiempo trabajó para El Precioso, ex dirigente, ex alcalde y ex gobernador ¡por el PRI!
No lo sé.
Otra a quien puede etiquetarse como marinista es a la diputada Iliana Paola Ruiz García. Entre enero de 2005 y febrero de 2009 fue coordinadora administrativa del DIF estatal. En esos tiempos nada de que se permitía eso de “no importa que seas de otro partido”; o simpatizabas o militabas y, si no, adiós. Marín no se andaba con esas m…
Hay un caso ya mencionado aquí. Héctor Alonso Granados llegó al Congreso por Morena representando al distrito 19 de la ciudad de Puebla y se pasó a Movimiento Ciudadano, pero fue regidor y diputado ¡por el PRI!
Otro armentista (de la corriente del senador Alejandro Armenta) es Raymundo Atanacio Luna. El ahora legislador por Tepeaca lo fue por Acatzingo, y también fue alcalde de Soltepec; en ambos casos, ¡por el PRI!
Y la cosecha de mujeres nunca se acaba. La diputada plurinominal por el Partido del Trabajo, María del Carmen Cabrera Camacho, pues orgullosamente reconoce que de 2005 a 2007 fue presidenta del comité municipal en Zacatlán, ¡por el PRI!
Y bueno, Mónica Lara Chávez, del PES y diputada en el distrito 17 de Puebla ciudad, fue directora del Instituto Poblano de las Mujeres durante el gobierno de Rafael Moreno Valle. Si no fue morenovallista, entonces, ¿qué fue?
El problema no es ser, sino negarlo, esconderlo, avergonzarse, ocultarse o recriminarse mutuamente.
Punto.
He dicho y he escrito.
NI OBAMA
Los oficios o ceremonias de la Semana Santa de la Iglesia católica, apostólica y poblana, ahora se van a transmitir por Internet. Dios llegará a nuestros corazones por las benditas redes sociales, en un momento histórico que no lo imaginó ni Obama.
EL VERDUGO
Dice el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, que el director de la Profeco, Ricardo Sheffield, no le toma ni la llamada. El Verdugo dice: “Pues que lo acuse en la Profeco”.
Recuerden: De Buena Fuente no es la mejor columna política, pero tiene a los mejores lectores.