Ha muchos años que los escribanos del capital calumnian al modelo económico del pueblo vietnamita y a sus líderes. Han aprendido, unos teóricos de otros, las viejas mentiras y todos compiten en denostar a este pueblo que hoy le da una lección al mundo entero. Vietnam, el país que hace 45 años derrotó al poderoso ejército estadounidense en una prolongada y sangrienta guerra que destrozó el 70% de su infraestructura industrial y mató a 5.1 millones, hoy ha vencido a un enemigo que causa miles de muertes en el mundo: el Coronavirus.
El país asiático, que tiene una frontera de mil 100 kilómetros con China, tuvo sólo 268 personas infectadas, cero muertes por Coronavirus y levantó ya “su dura cuarentena”. Anótelo usted: ¡Cero muertes en Vietnam! ¿Cómo le hizo este país socialista para lograr esta hazaña? ¿Cómo protegió, el Partido Comunista, a su población? Leamos a Mauricio de María y Campos, un analista de El Financiero que no es comunista pero que dice la verdad.
“La respuesta está en un modelo exitoso, de bajo costo para contrarrestarla y un sistema político autoritario previsor, basado en su experiencia histórica, que estimula la buena comunicación, vigilancia y cooperación social e impone una fuerte disciplina frente a las crisis. (…) Vietnam cuenta con un sistema de alerta temprano, liderazgo, organización y una confiable y creativa comunicación interna que le permitió, desde el mes de enero, establecer controles estrictos fronterizos y organizar a sus hospitales y clínicas locales en un sistema de alerta urgente apenas tres días después de que se reportaran los primeros casos de contagio de Wuhan y antes del primer fallecimiento atribuible al Coronavirus. (…) Ha manejado el reto tan acertadamente que, tanto el Foro Mundial de Davos, como las agencias alemanas y el Financial Times (aclaro que estos tampoco son izquierdistas) han celebrado sus éxitos, destacando como un país que ha logrado con recursos financieros limitados entablar una guerra exitosa a bajo costo frente a la pandemia”.
En una columna del 23 de marzo de 2020, John Reed y Pham Hai Chung del Financial Times dicen que “Vietnam se concentró en el aislamiento de los infectados y en el seguimiento en cadena de sus segundos y terceros contactos”.
La columnista Hong Kong Nguyen atribuye “el éxito inicial en la reducción de la tasa de infección a la prioridad otorgada por las autoridades a la comunicación y la educación pública a través de plataformas tecnológicas, campañas pegajosas y el seguimiento sistemático de los portadores de patógenos, aún después de su recuperación”. Además, dice que el Partido Comunista convenció a los ciudadanos para que efectivamente se quedaran en sus casas y distribuyeron 127 artículos sobre las indicaciones en versión amigable, o sea, entendible por todos.
El Financiero sigue: “Vietnam creó un mecanismo voluntario para compartir información personal, llamado NCOVI, que es la aplicación en redes sociales más popular desde su lanzamiento el 10 de marzo. Esta aplicación proporciona información en tiempo real; da sugerencias para la prevención y atención; ayuda en la búsqueda de soluciones en problemas personales y familiares; corrige o valida información en las redes sociales y recaba y sistematiza información inmediata sobre el Coronavirus. Un informe reciente de Nielsen Vietnam indica que los vietnamitas están permanentemente bien informados y alertas”. Por eso, sostiene que “la tecnología también ayuda en el combate directo”.
¿Y la comida para las casas de los vietnamitas? ¡Ese es otro gran éxito de esta economía socialista! “El panorama económico es tranquilizante. Hasta ahora la economía va relativamente bien. Las fábricas siguen operando y las exportaciones crecieron de enero al 15 de marzo 6.8% más que en el mismo periodo de 2019. Sin embargo, se espera una caída en la demanda en los próximos meses. Al igual que México, depende altamente de exportaciones con una alta vinculación en cadenas de valor con los EUA y China. El pronósitico más reciente es que se puede reducir en 2020 la tasa de crecimiento un punto, de 6.9% a 5.9 o 6%. Muchas lecciones que aprender de Vietnam”.
En The Diplomat, el columnista Thoi Nguyen sostiene que todo indica que, no obstante sus medidas de combate al Coronavirus y de apoyo a la economía, ¡Vietnam sólo crecerá al 5.9% en 2020! ¿Cuántos países pueden hacer eso? ¡México no!
Pero no sólo eso, el portal infoabe.com publica un artículo en el que dice: “A la par del alivio por haber contenido el Coronavirus, el gobierno vietnamita comenzó su propia campaña como benefactor y la semana pasada envió a Estados Unidos cerca de medio millón de trajes protectores para los médicos que están en el frente de combate de la enfermedad que fueron agradecidos (quizá muy a su pesar) personalmente por el presidente Donald Trump en su cuenta de Twitter”. Ironías de la historia: el pueblo vietnamita ayuda solidariamente al pueblo estadounidense. Una nueva lección.
¿Por qué la población sí obedeció la “dura cuarentena” impulsada por su Gobierno? Varias razones para ello. Pero creo que hay una razón de fondo. Al derrotar la invasión de Estados Unidos, en 1975, el 70% de la población vivía en pobreza y el país estaba devastado en infraestructura. Según la Oxfam, organización no gubernamental, en 1990 aquel país era uno de los más pobres del mundo. Pero, años antes, en 1986, el Partido Comunista implementó la liberación económica, llamada “Doi Moi”, y con ella ha reducido la pobreza de forma importante: la misma Oxfam dice que sólo 13 de los 96 millones viven en pobreza. Del 70 al 13% se ha reducido la pobreza en Vietman. Como la mayoría de la población tiene lo necesario para vivir, entonces obedece la dura cuarentena.
¡En México nada parecido se hizo! ¡El México de López Obrador es un desastre! Veamos: hace unas semanas, AMLO todavía llamaba a la población a que saliera a la calle. AMLO repudia la ciencia. El secretario de Salud de AMLO es un hombre que no sabe de salud (ni siquiera aparece como figura ante el desastre sanitario). AMLO es un dictador y repudia la organización social. En las redes sociales, AMLO no informa a la población, sino que se da aplausos con sus bots. AMLO ofrece conferencias mañaneras en las que miente al país con sus famosos “otros datos”. El resultado del amlismo es: la economía mexicana ya cayó en 1.6% durante la crisis. Pemex ha perdido en tres meses más que en todo 2019. La Oxfam sostiene que nuestro país tiene ya tres crisis simultáneas: “una sanitaria, otra económica y otra social”, y dice además que tres millones de empresas se verán afectadas en el corto plazo y eso pondrá en riesgo a 28 millones de empleos. En el estudio “Vivir al día: medidas para combatir la epidemia de desigualdad en México”, la Oxfam dice que “es necesario poner en marcha un programa de subsidios condicionados para que las empresas mantengan su plantilla de trabajadores en el IMSS, y para quienes viven al día y sin seguridad social, es necesario implementar una renta básica para cubrir necesidades básicas”. ¿Y los 46.4 millones de mexicanos que trabajan en la calle o en el llamado empleo informal? Están peor. México padece hambre. Y Morena y López Obrador no tienen ni idea de cómo solucionar el problema. Apenas hizo su “informe”… ¡Y nada! Salvo los chairos y amlovers, todos los demás mexicanos pensamos una cosa: aquí no tenemos presidente. Las encuestas sostienen eso: la desaprobación de López Obrador ya superó al 50% de la población.
Si comparamos los resultados de ambos países no hay dudas: la dialéctica materialista, método de análisis del gobierno en el país asiático, nos da una cátedra de lo que debemos hacer si queremos vivir mejor. ¡Aprendamos de Vietnam!