La luz del “semáforo rojo” ya se instaló en Palacio Nacional del gobierno de la república.
Y las consecuencias políticas y sociales pudieran ser irreparables para los integrantes de la 4-T, que se han aferrado a no variar sus programas asistencialistas, mucho menos modificar o detener las tres obras insignias del obradorismo: Aeropuerto de Santa Lucía, Refinería Dos Bocas y el Tren Maya, cuando los millonarios recursos que les destinaron deberían encauzarse a la atención de la pandemia del coronavirus.
Más aún, ante la entrada de México a la “zona cero” del Covid-19, con más de dos mil personas muertas y 22 mil personas con diagnóstico positivo, saturación hospitalaria y grave escasez de equipo y material para los pacientes y doctores, enfermeras y demás personal del sector salud.
Lo que lleva a la voz de alerta al huésped de Palacio Nacional…
El 52% de las y los mexicanos… REPRUEBA la gestión gubernamental del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Así, por primera vez desde que tomó posesión de la Presidencia de México, primero de diciembre de 2018, las y los mexicanos lo rechazan y desaprueban.
Fue El Economista donde se publicó el informe de Consulta Mitofsky, con los siguientes porcentajes respecto a las medidas del gobierno que está tomando ante la pandemia en el sector salud.
Desempleados… 65.3% la reprueba.
Empresarios… 61.2% la reprueba.
Estudiantes… 58.4% la reprueba.
Profesionistas… 57.7% la reprueba.
Jubilados… 54.5% la reprueba.
Porcentajes que llevan a que la aprobación promedio de López Obrador haya caído a 47.8 %.
Que representa cuatro puntos porcentuales menos que en marzo pasado.
Informe de Consulta Mitofsky donde se sostiene que el “pico más alto” de aprobación de Andrés Manuel López Obrador fue en febrero de 2019 con el 67.1%.
También está la pregunta:
¿El mandatario ha logrado unir al país?
72.4 %… NO.
El 27.6 %… SÍ.
El 60.8% de las personas consultadas respondió que AMLO no se lleva bien con la clase empresarial.
MANDATARIOS DE A.L. JUEGAN A LA POLÍTICA ANTE PANDEMIA
También está una serie de entrevistas en El País a líderes y ex presidentes de América Latina, quienes hacen un llamado sin precedentes a los gobiernos en virtud de que “el Covid-19 es una conmoción de magnitud sin precedentes, de duración incierta y consecuencias catastróficas que, si no se abordan adecuadamente, podrían conducir a uno de los episodios más trágicos en la historia de América Latina y el Caribe”.
Esta crisis requiere de una acción rápida y decisiva, pero las respuestas políticas en la región han sido desiguales.
No así en Argentina, cuya reacción rápida de protección a la salud pública fue su principal objetivo.
Coincidieron los ex presidentes Juan Manuel Santos, de Colombia; Ricardo Lagos, de Santiago de Chile; Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; Ernesto Zedillo, de México, entre otros.
Añadieron:
“Otros han tendido a minimizar los riesgos de la pandemia, informando mal a los ciudadanos y haciendo caso omiso a las evidencias científicas como del consejo de sus propios expertos”.
Rematan:
“Algunos líderes han optado por jugar a la política populista y divisiva en medio de la tragedia”.
Duro, directo y crudo el señalamiento de quienes ya gobernaron sus respectivos países, y que ante la pandemia del coronavirus ven políticas erradas y muy tardías de quienes están al frente de sus naciones en América Latina.
Y ahí está geográficamente ubicado México.
Valen las interrogantes.
¿El presidente López Obrador está jugando a la política populista y de división en medio de la pandemia?
¿Es fortuito que 52% de las y los mexicanos reprueben gobierno de López Obrador?
¿Habrá un giro gubernamental o esperaran que el país esté devastado?
Al tiempo.