Este 5 de mayo, Puebla cumplió 57 días de dar batalla a la pandemia de coronavirus. La refriega deja, hasta ahora, un total de 175 fallecidos y 817 ciudadanos contagiados. Y aún no termina. Los soldados siguen cayendo, mientras las autoridades deciden nuevas estrategias para mitigar el daño.
Los números indican que en territorio poblano se presentan 14 nuevos casos de contagio y tres muertes cada día. La cifra es alarmante si tuviera que multiplicarse por ocho, o hasta por 12, como lo sugirió el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez.
El escenario más negro prolonga esta crisis sanitaria hasta agosto, con un posible rebrote de la enfermedad entre octubre y noviembre, según epidemiólogos. De cumplirse, las autoridades de salud estarían completamente rebasadas para el tratamiento de los contagiados, mientras los servicios funerarios repuntarían, lastimosamente, sus ventas.
Para evitar este colapso, pareciera que los gobiernos estatal y municipal iniciaron, por frentes separados, una campaña para “mantener el confinamiento”, o bien, “meter calambres” a los poblanos que siguen empecinados en contagiarse y contagiar a sus familiares, sin importar las consecuencias.
Por un lado, la administración de Luis Miguel Barbosa ha mostrado especial interés en comunicar las restricciones y permisiones a través de acuerdos y decretos –sin sanciones específicas–. “Una norma imperfecta”, según lo señalado por el propio gobernador. Imperfecta, sí, pero metida de lleno en regular y promover las medidas de prevención en favor de la salud de los poblanos. Atrás quedaron las críticas por “el caldo de pollo o de guajolote” para evitar la enfermedad.
En tanto, la gestión de Claudia Rivera Vivanco se ha caracterizado por la prontitud de sus acciones de asistencia social y atención a los sectores vulnerables. No obstante, se ha quedado corta en materia de sanción a quienes no acatan las recomendaciones y normas emitidas por la propia autoridad, como ocurre con la proliferación de ambulantes en las colonias populares y Centro Histórico.
Amalucan y las unidades habitacionales al sur son las zonas de mayor riesgo de contagio por Covid-19, alcanzó a decir Gustavo Ariza Salvatori, encargado de despacho de Protección Civil municipal, al inicio de esta semana. La frase provocó sorpresa de todos. Esta región de la capital, que va desde San Manuel hasta los límites con San Andrés Azumiatla, representa la de mayor crecimiento en los últimos cinco años. ¿Quién no tiene a un familiar o conocido viviendo “en el sur”?
Lo que viene es sencillo de explicar: Quedarse en casa es vivir; o atenerse a las consecuencias, que podrían costar la vida.
BOCANADA
Al interior del Partido Acción Nacional (PAN) suenan los tambores batientes para elegir al próximo candidato a la presidencia municipal de Puebla. Los postulados, hasta ahora, son: Eduardo Rivera Pérez, Oswaldo Jiménez y Jacobo Ordaz Moreno. La decisión recaerá, políticamente, en el escritorio de Marko Cortés Mendoza, en el seno del Comité Ejecutivo Nacional; y no en la dirigencia estatal de Genoveva Huerta. Al tiempo.
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