Durante la presente pandemia del coronavirus, los especialistas en mercadotecnia se han dado a la tarea de observar los comportamientos que están registrando las empresas, los consumidores y los mercados de consumo en general.
Ante este panorama económico y social provocado por la COVID-19 se están configurando nuevos hábitos de consumo y estilos de vida que están obligando a los mercadólogos a replantear sus estrategias para estar más cerca de los clientes, señaló Montserrat Sánchez Espinosa, directora de la Facultad de Mercadotecnia de la UPAEP.
Manifestó que la contingencia sanitaria ha sido un parteaguas en las diferentes estrategias de mercadotecnia que las marcas están implementando para estar cerca de los consumidores y a la vez atraer nuevos nichos de mercado, a fin de satisfacer las necesidades de consumo de los clientes, pero sin olvidar que en estos momentos el cuidado de la salud es la principal prioridad.
De igual forma, dijo que las marcas, las grandes empresas, las medianas, pequeñas y microempresas tienen que voltear a ver estas necesidades de los consumidores para poder entregar experiencias de consumo en donde el consumidor final esté seguro de que lo que está recibiendo en su domicilio es lo que realmente necesita sin tener ese contacto físico que ponga en riesgo su salud.
Por lo tanto, las marcas tienen que poner interés particular en la forma en cómo están ofreciendo sus productos y servicios. Además de que el comercio electrónico creció de manera exponencial y tuvo que modificar sus formas de cómo atender las necesidades de las diferentes generaciones de clientes como los Milennials, Centennials, Generación X y los Baby Boomer.
Sánchez Espinosa subrayó que actualmente se pueden observar a consumidores más y mejor informados. Sobre todo, “porque es un consumidor que razona más las compras que va a realizar; qué productos o servicios necesita y qué necesidades deben cubrir, ya no compra por impulso, lee las etiquetas, cuestiona los procesos y se involucra también en las causas sociales. Vemos a un consumidor más exigente y más activo”.
Por lo tanto, asentó que el compromiso de la mercadotecnia es exhortar a todos los profesionales de este campo del conocimiento a generar estrategias mercadológicas sustentadas en la promoción del bienestar colectivo, a generar buenas prácticas e involucrarse con el consumidor para ofrecerle mejores productos y servicios y, ofrecer un mejor valor de marca.
A través de las redes sociales ahora los consumidores aprueban o desaprueban la calidad de un producto o servicio, racionalizan más su compra y cada vez son más exigentes con las marcas, señaló Montserrat Sánchez.
Por su parte, Mauro García Domínguez, catedrático de la Facultad de Mercadotecnia de la UPAEP, apuntó que a partir de los últimos 20 años con el uso de la Internet comenzaron a modificarse los diferentes hábitos de comunicación de las personas y ahora con la pandemia, estos cambios se potencializaron.
Muchas de las empresas que hoy conocemos ya tenían presencia en Internet y en las redes sociales desde hace años atrás, sólo que en estos momentos, la pandemia sanitaria vino a evidenciar su presencia a través de las diferentes plataformas digitales y a que potencializaran sus servicios a través de todos estos canales digitales para atender a un número mayor de usuarios.
García Domínguez enfatizó que si las empresas quieren subsistir en estos tiempos del coronavirus, tienen que formar parte de la hiperdigitalización, es decir, las empresas tienen que estar presentes en las diferentes plataformas digitales y al alcance de los usuarios.
Explicó que incluso pequeños negocios como restaurantes, misceláneas y tienditas que no tenían ni idea del uso de las redes sociales o incluso hacer uso de ellas, tuvieron que innovar y ofrecer sus servicios a domicilio para poder seguir subsistiendo y seguir conservando a sus clientes y llegar a otros grupos sociales.
Mauro García externó que en estos momentos hay dos generaciones de personas que están influyendo bastante en esta nueva potencialización de lo digital que son los milennials y los centennials, que comparten hábitos y costumbres similares en este rubro.
Dijo que en estos grupos (milennials y centennials), se encuentran personas de hasta 35 años de edad y lo interesante es que si juntamos a estos dos grupos, representan el 59 por ciento de los mexicanos, es decir, estamos hablando de la gran mayoría de las personas en nuestro país, que están acostumbradas al uso de la tecnología, adaptadas al uso del celular, y que aproximadamente la mitad de ellos no pueden salir de la casa sin su aparato telefónico.
Señaló que estos grupos generacionales interactuar en las redes sociales, son individuos que no se quedan para siempre con una marca, sino por el contrario, que cambian de manera drástica en los productos o servicios que consumen, de ahí que las marcas y empresas tienen grandes retos.
Por lo tanto, para las empresas se convierte en un reto el tratar de retener a estas personas que constantemente están cambiando en el consumo de marcas de productos y servicios, que “regresan a sus orígenes, que buscan un comercio justo, que buscan consumir productos saludables y que buscan consumir productos más saludables, incluso de diferentes marcas.
Mauro García refirió que desde la mercadotecnia el punto central de atención es el cliente, por lo tanto, se tienen que reforzar las estrategias mercadológicas para estar cerca de ellos, tratar de retenerlo y sobre todo, buscar las alternativas para satisfacer sus necesidades más inmediatas.
Por último, subrayó que las pequeñas y medianas empresas pueden establecer 5 estrategias con las cuales pueden atender a sus clientes y entrar en otros nichos de mercado.
La primera es conocer qué necesitan los consumidores; la segunda, ofrecer promociones que atraigan al consumidor; una tercera sería el uso de las redes sociales, apoyándose en las redes sociales de las familias para tener un mayor número de clientes; y ofrecer y reforzar el servicio a domicilio para que los clientes no salgan de sus casas; brindar un servicio que le dé seguridad a los clientes de que los productos o servicios cumplen con los estándares de sanitización y por último, establecer una red de aliados para poder ofrecer sus productos o servicios a través de diferentes paquetes en donde un mayor número de personas puedan salir beneficiadas.