En lo que va del año, en Puebla se han realizado 49 denuncias por delitos contra la intimidad sexual o difusión de contenido íntimo sin consentimiento contra mujeres, informó Samantha Páez Guzmán, encargada del Análisis de la Violencia de Género Mediática y Digital del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia (CCSJ).

En rueda de prensa virtual, la activista dijo que la Fiscalía General del Estado (FGE) les reportó que, de enero de 2019 a enero de 2020 hubo 100 denuncias por delitos contra la intimidad sexual, en el que el 95% de las víctimas fueron mujeres y el otro 5%, hombres.

Explicó que la violencia digital son actos de agresiones de género cometidos, instigados o agravados, en parte o totalmente, por el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) que causan daño psicológico y emocional, refuerzan los prejuicios, dañan la reputación, causan pérdidas económicas y plantean barreras a la participación en la vida pública, además, pueden conducir a formas de violencia sexual y física.

Páez Guzmán indicó que las mujeres jóvenes, de entre 18 y 30 años, son las más vulnerables en los espacios digitales, debido a que el 40% de las agresiones son cometidas por personas conocidas.

Asimismo, señaló que hay 13 formas de agresión contra las mujeres relacionadas con la tecnología, entre las cuales se encuentra el: “acceso o control no autorizado”, es decir, que ingresan a las cuentas personales sin la autorización de la persona, lo que muchas veces lleva a otro tipo de violencia: el “control y manipulación de la información”, que es cuando alguien toma el control de la información que se encuentra en las redes sociales.

“También hay otra agresión: la suplantación y robo de identidad; muchas veces los agresores tienen control de la cuenta en la red social, entonces pueden hacerse pasar por alguna de nosotras y pedirles a otras personas que necesitamos dinero porque nos encontramos en una situación grave, cuando en realidad no lo estemos”, dijo Samantha Páez.

Asimismo, señaló que también están agresiones machistas y el acoso, conductas donde se reciben mensajes a cada rato y están bajo constante vigilancia de una persona.

Finalmente, Páez Guzmán acotó que en muchas ocasiones las mujeres no denuncian porque no saben que son víctimas de un delito o se sienten culpables o avergonzadas por haber vivido este tipo de situación; incluso, por miedo a sus agresores, ya que piensan que las volverán a agredir en un espacio físico. “Es importante que se denuncie y dé seguimiento a sus casos para que no queden impunes, pues son delitos que dañan la integridad de una mujer”.

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