Para brindar conocimientos y generar habilidades entre la población, el Rector Alfonso Esparza presenció el aprendizaje del taller de buenas prácticas constructivas en San Bernardino Tepenene, ranchería del municipio de Tzicatlacoyan, dirigido a maestros de obra, técnicos, albañiles y personas dedicadas a la autoconstrucción, quienes de este modo podrán autoemplearse.
Al participar de esta acción enmarcada en la campaña “BUAP, apoyando el bienestar social”, destacó la labor de la Institución en diversas comunidades del estado, en tareas de alfabetización para adultos, apoyo escolar para niños y adolescentes, así como en creación de bibliotecas comunitarias, entre otros programas que la Universidad ha impulsado durante varios años.
“A través de talleres se dota de herramientas adicionales a los pobladores de San Bernardino Tepenene, para ayudarles a sobrellevar esta pandemia que ha dejado sin empleo a algunos”, expresó el Rector Alfonso Esparza.
“BUAP, apoyando el bienestar social” es una campaña para atender a la población afectada económicamente por la pandemia por COVID-19, cuyas acciones incluyen la distribución de despensas y la realización de talleres para que la gente tenga posibilidades de desarrollar actividades productivas, comerciales y de autosustento para salir adelante, subrayó.
A cargo del maestro Carlos Bustos Mota, académico de la Facultad de Ingeniería, en el taller de buenas prácticas constructivas se transfieren conocimientos y criterios básicos en el uso del cemento y del concreto que garantizan la buena calidad en las obras, con lo que aumentan las posibilidades de los pobladores de conseguir un trabajo. En su primera generación, en esta capacitación participan 18 personas.
De manera previa, este taller se impartió en Santa Cruz Xonacatepec y se pretende replicarlo en otras comunidades. El curso se basa en los estándares de competencia del Consejo de Normalización y Certificación (CONOCER).
Tras estudiar las características del concreto, así como realizar los cálculos de volumen y resistencia para una superficie de un metro por un metro, los participantes del taller llevaron a la práctica estos conocimientos. En presencia del Rector de la BUAP, equipados con casco, guantes, faja, lentes y calzado adecuado, los participantes mezclaron arena, cemento y grava para después proceder a colocarla en el espacio previamente preparado.
Más tarde, acompañado de los pobladores, el Rector Alfonso Esparza realizó un recorrido por los invernaderos de agave de la comunidad, en los que colaboran desde hace más de ocho años académicos del Departamento de Investigación en Biodiversidad, Alimentación y Cambio Climático del Instituto de Ciencias de la BUAP, quienes brindan asesoría en el cultivo de hortalizas, en la construcción de cisternas para la recolección de agua pluvial y talleres de educación ambiental para niños y niñas.
La impartición del taller de buenas prácticas constructivas es un ejemplo de la presencia de la BUAP en las comunidades, donde docentes, investigadores y estudiantes realizan múltiples acciones de beneficio social que a lo largo de los años han permitido establecer y reforzar un vínculo con poblaciones vulnerables.