La secretaría de Salud, incorporó al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al Registro Nacional de Población (Renapo) y a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para estandarizar una metodología que les permita incorporar la información estadística de la mortalidad que no es inicialmente observada por Covid-19.
De acuerdo con el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, la dependencia a la que pertenece ya trabaja junto con el gobierno de la Ciudad de México en la recuperación de información que próximamente serán incorporadas a las estadísticas de mortalidad a través de fuentes complementarias como las actas y certificados de defunción.
“Hay personas que desafortunadamente pierden la vida y no se logra obtener un espécimen útil para el diagnóstico del virus por laboratorio”, por lo que es necesario acudir a fuentes complementarias para obtener la información.
“Ya empezamos a tener una reconciliación de lo que es directamente observable por los sistemas de información de salud y de lo que se puede observar por otras vías complementarias”, señaló el funcionario federal.
Informó que existe una metodología para la investigación de la carga no observable de mortalidad que es usada por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por mucho tiempo, “se usó en 2009 en influenza y las versiones contemporáneas de esa metodología se van a usar para todo el país”, declaró el subsecretario.
Lo anterior fue señalado, luego de que Víctor Hugo Borja Aburto, director de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), diera a conocer que dicha dependencia detectó 957 defunciones Covid-19 rezagadas previas al 10 de junio.
Explicó que se comparó el sistema de registro del propio IMSS, con el sistema de vigilancia epidemiológica y en la búsqueda intencionada, se detectaron 957 defunciones que no estaban registradas porque no se tenía el certificado de defunción.