Los recortes presupuestales al gasto de 2020 ponen en riesgo la calidad de las obras que se realizan con el Programa Nacional de Reconstrucción aplicado en zonas afectadas por los sismos de 2017, estimó el Consejo Nacional de Evaluación (Coneval) dentro de las evaluaciones de los 17 programas prioritarios del Gobierno federal, concluidas en junio.

De acuerdo a la evaluación, el Programa Nacional de Reconstrucción tiene una normatividad clara y concisa, así como buenos mecanismos de transparencia; sin embargo, debe haber garantías ante las modificaciones presupuestales.

“Estos recortes afectarán de manera inicial a las actividades de supervisión y acompañamiento técnico de las obras realizadas, no solamente reduce las posibilidades de conseguir el resultado esperado del programa, sino que implica riesgos, al tratarse de una intervención que opera a través de la reconstrucción de infraestructura que requiere de conocimientos técnicos.

“Será crucial el mantener, en la medida de lo posible, el seguimiento a las actividades de supervisión que garantizan que la calidad de las obras intervenidas no decaiga”.

Por ejemplo, recordó que en 2019 hubo modificaciones a los gastos de tres rubros, aunque no especificó cuáles.

De acuerdo a los Presupuestos de Egresos 2019 y 2020 publicados en el Diario Oficial de la Federación, el presupuesto en este programa pasó de 8 mil millones de pesos a 2 mil 843 millones.

“Es necesario buscar alternativas en la asignación y ejecución de los recursos, de manera que la normatividad asociada al ejercicio de recursos provenientes del PEF, que dicta que dicho ejercicio debe ser anual, no siga siendo una limitante para la realización de las acciones de reconstrucción”.

Como lo ha señalado para otros programas, resaltó que la poca penetración del Banco del Bienestar implica que los beneficiarios no puedan contar siempre de forma oportuna con los recursos.

Recomendó hacer una estrategia integral basada en: “La existencia de reglas y responsables, entre dependencias federales como entre los órdenes de gobierno involucrados en la ejecución del programa; la existencia de procedimientos para el intercambio de conocimiento e información entre los actores involucrados; y la articulación de esfuerzos para el logro de un objetivo común”.

Lo anterior a fin de que las zonas afectadas puedan regresar a su normalidad.

Respecto de la reconstrucción, también añadió que se considere la reubicación conforme los programas de vivienda social y mejoramiento urbano.

PROPUESTAS
Considerar el gasto que permita realizar inversiones en obras de mitigación.

Priorizar hacia 2022 la reconstrucción de vivienda y salud; y hacia 2024 educación y cultura.

Robustecer los mecanismos de transparencia, a fin de que sea posible identificar obras realizadas a escala nacional, estatal, municipal y tipo de obra.

Con información de 24 Horas El Diario Sin Límites.

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