En lugar de tomarse vacaciones de verano en el extranjero, algunos en Bélgica están probando una nueva experiencia de camping en casa, pasando la noche en una carpa en forma de lágrima colgada de un árbol.
Idea del artista holandés Dre Wapenaar, las carpas en los árboles funcionan como una instalación de arte y se consideran una escultura, más que una carpa producida comercialmente.
“Las carpas están completamente reservadas cada verano, pero este año, las reservas se agotaron mucho más rápido. Si tuviéramos más carpas, también estarían tomadas cada día de julio y agosto”, dijo Katrien Houbey, directora de turismo de la ciudad oriental de Borgloon, que ha albergado cuatro carpas alineadas en un campo arbolado desde 2001.
“Creo que se debe a las pautas del gobierno para viajar dentro del país. Así que la gente empezó a buscar alternativas para quedarse en algún lugar”, agregó.
A 70 euros (79 dólares) por noche, las carpas tienen capacidad para dos personas e incluyen acceso a baño y parrilla.
Diseñadas en la década de 1990 para apoyar a los activistas ambientales que buscaban detener la poda de árboles, las carpas han sido exhibidas en Nueva York y toda Europa.
“Mis carpas son demasiado caras de producir (comercialmente)”, dijo Wapenaar a Reuters. “Debería haberlas diseñado de otra manera si hubiera querido vender muchas (…) No soy un buen diseñador de productos, soy un artista”, agregó.
Wapenaar tiene otras cuatro carpas en la ciudad belga de Bornem, cerca de Amberes, una en un parque de esculturas en Estados Unidos, otra en un bed-and-breakfast en Francia y tres en un sitio para acampar de Holanda.
Con información de 24 Horas El Diario Sin Límites.