Al menos una centena de empresas estadounidenses, con instalaciones en Asia y China, planean relocalizar sus plantas en México gracias a la pandemia del coronavirus y el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), de acuerdo con un reporte del banco de inversión UBS.
Según una encuesta realizada por la institución a 450 altos ejecutivos de compañías de diversos sectores productivos, México podría beneficiarse por la llegada de firmas tecnológicas, manufactureras y de procesos industriales, como construcción.
Tan sólo 34% de las compañías consultadas mantiene operaciones en China, de las cuales, 76% tiene planes de mover sus operaciones en el mediano plazo. Entre los gastos a realizar se encuentra inversión en infraestructura, tecnologías de la información, procesos de automatización, entre otros.
Además, 44% refirió que la intención de buscar un reacomodo se incrementó a partir del brote de Covid-19. Así, las empresas podrían llegar durante la segunda mitad de 2020 y a partir de 2021, toda vez que casi un 45% de las compañías están listas para mover entre el 41 y 60% de su producción fuera de China.
Para Gabriela Soni, jefa de la oficina de inversiones de UBS México, el esquema de “nearshoring”, que se refiere a acercar los centros de producción al mercado donde se encuentra el consumidor, comenzó a tomar relevancia entre industrias extranjeras desde antes que fuera negociado el T-MEC.
Incluso, refirió que dicho modelo comenzó a adoptarse casi desde que iniciaron los conflictos comerciales entre Estados Unidos y China, puesto que las empresas buscaban evitar aranceles o futuros problemas con la economía más grande del mundo.
“Lo que hizo la pandemia del coronavirus fue acelerar esta tendencia de regionalización en las cadenas de suministro. Varias compañías tenían problemas en su producción, porque China comenzó con los contagios de coronavirus aproximadamente desde enero”, comentó en entrevista con 24 HORAS.
Agregó que las empresas tienen una preferencia hacia el país gracias a su ubicación geográfica, la mano de obra, barata y competitiva, así como por los lazos comerciales con Estados Unidos. De igual forma, se pueden reducir costos y tiempos de transportación, producción o almacenamiento de productos.
Sin embargo, para lograr esta apuesta, manifestó que será fundamental brindar certidumbre jurídica o respetar los contratos de inversionistas para que las compañías puedan establecerse.
Consideró que entre los riesgos que pudieran dañar a la inversión extranjera se encuentra el posible deterioro a la nota soberana de México, provocado por un debilitamiento institucional, deterioro del estado de Derecho o mayores choques externos.
El 2 de julio pasado, un día después del arranque del T-MEC, se dio a conocer que la compañía canadiense Bombardier Recreational Products (BRP) creará una planta de producción de vehículos de cuatro ruedas en Ciudad Juárez, Chihuahua. Dicho proyecto representa una inversión de 185 millones de dólares canadienses.
Con información de 24 Horas El Diario Sin Límites.