En una urna, cubierto con un manto negro y una rosa blanca, así fue como Arnulfo Huerta regresó a Puebla; falleció a causa del Covid-19 en Brooklyn, Nueva York, donde vivió por más de 28 años.

El atlixquense fue uno de los 105 migrantes poblanos que trasladó el gobierno de México en un vuelo que llevó a cabo el Ejército Mexicano el fin de semana para que sus familiares pudieran recibir sus cenizas.

Arnulfo partió al extranjero con la intención de darles una mejor vida a sus dos hijos, a quienes dejó en Puebla, en 1992.

Su hermana, Doris, relató que la familia con la que vivía se contagió de coronavirus, por lo que en la convivencia adquirió la enfermedad y por la diabetes que padecía, tuvo complicaciones que lo llevaron a la muerte.

Indicó que al principio estuvo resguardado en casa, pero cuando intentó pedir un certificado médico para retomar su actividad laboral, lo detuvieron en el nosocomio y estuvo internado cinco días hasta que falleció, el pasado 19 de abril.

“A lo mejor no sufrió con la falta de respiración (sic), pero tenía temperaturas muy altas, delirios por la temperatura, siempre trató de ser fuerte. Siempre tuvimos contacto con él porque tenía celular, por videollamadas nos comunicábamos con él, decía que le iba a echar ganas, pero le falló el corazón”, narró Doris.

Explicó que la batalla del Covid-19 la enfrentaron por partida doble, pues otro hermano, también migrante, se contagió, pero él sí logró superar la enfermedad. Reconoció que recibir las cenizas les da tranquilidad como familia.

“Se siente mucha tristeza, inexplicable, siempre es doloroso perder a un familiar, pero más en esta situación. Falleció el 19 de abril y para esta fecha fue un proceso largo, pero ya está aquí, le vamos a hacer su velorio y sus nueve días y vamos a tener las cenizas en la casa porque no podemos ir al panteón”, puntualizó.

HOMENAJE

Las autoridades gubernamentales encabezaron una ceremonia como homenaje a los paisanos, cuyas cenizas llegaron este domingo al país.

La directora General del Instituto Poblano de Asistencia al Migrante, María Ixelt Romero, señaló que las urnas serán repartidas en tres rutas al interior del estado y en Puebla capital, las cuales se entregaron personalmente a sus familiares en 45 diferentes municipios, a partir de ayer.

Durante la ceremonia, el cónsul en Nueva York, Jorge Islas, reconoció que los migrantes poblanos en Estados Unidos jugaron un papel importante durante la pandemia, pues muchos sanitizaron hospitales y trabajaron en zonas de mucho contagio sin importar que ponían en riesgo su vida.

Recordó que algunos tenían dos o tres trabajos para conseguir recursos con los que pudieran mantener a su familia tanto en México como en Nueva York.

Mientras, el gobernador Miguel Barbosa ofreció disculpas a los migrantes que tuvieron que salir al extranjero a buscar una vida de calidad, ya que los gobiernos no se las brindaron.

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